José A. Mateo Albuerne
Jefe de ActualidadLa mayor "culpa" en lo que a la contracción de la industria del videojuego se refiere, la tienen unos pocos juegos como servicio que llevan lustros acumulando una base de s que apenas tiene tiempo para otras cosas; dejando millones de jugadores en el limbo para decenas de estudios y nuevos producto. Se puede decir que no hay compañía que no suspire por tener uno de ellos, junto con sus golosos ingresos recurrentes, lo que nos lleva a una sobresaturación del mercado con casos tan evidentes como el cierre de Concord en apenas dos semanas.
Como Counter-Strike, pero con sus diferencias
Estamos hablando de la interpretación de los shooters tácticos por rondas, o lo que es lo mismo, el Counter-Strike de Fortnite. Porque la inspiración salta a la vista en apenas una fotografía, aunque hay algunas diferencias tanto con el juego de Valve, como incluso con obras más recientes como Valorant. Ballistic propone que dos equipos de cinco jugadores se vean las caras en rondas rápidas en las que un bando tiene como objetivo poner un artefacto que se comporta de forma idéntica a la clásica bomba del género, y el otro desactivarla o impedir su uso.
Ballistic llega en formato de anticipado, y se nota en su propuesta
Por supuesto, aquí tenemos tanto la primera persona que aporta un extra táctico y de precisión en los disparos, como el armazón a nivel de recursos del género: un sistema de economía, uso de utilidad como granadas de humo y un mapa muy pensado para ofrecer posibilidades tanto a la defensa como al ataque. Para dinamizar la experiencia, las partidas aquí se deciden cuando un equipo llega a un total de siete rondas ganadas.
Ballistic se anima a introducir ciertas particularidades, como es la opción de que cada jugador del quinteto tenga a una utilidad distinta durante la partida. Estamos hablando de unos trasuntos de habilidades de Valorant, con ejemplos como escudos portátiles, granada de fragmentación o minas. No son tan espectaculares como sus contrapartes en el shooter de Valorant, pero sí que elevan tanto el techo de habilidad del juego, como su profundidad táctica.
Y es una buena decisión, porque Ballistic echa en falta ciertas mecánicas habituales en sus referencias. La ausencia de un cóctel molotov, o sucedáneo, hace que el bloqueo de rutas no exista como tal; así como no tenemos cosas como el "boosteo" entre compañeros para lograr tiros complejos o alcanzar nuevas zonas elevadas. Aunque contamos con asuntos casi revolucionarios a menos de que estemos hablando de Buscar y Destruir en la saga Call of Duty como poder correr, la apuesta de Epic Games es un poco más descafeinada en lo que a micromecánicas se refiere.
Es fácil divertirse con este modo de juego por cómo deconstruye la fórmula vista en Counter-Strike
Ballistic, además, llega en formato de anticipado. Esto implica que aún faltan funcionalidades, la presencia de ciertos bugs visuales y jugables, o que hay cosas tan evidentes del estado embrionario del proyecto como que sólo hay un mapa disponible de lanzamiento. En cierto modo, parece que era imperativo salir ya para cumplir con esa tradición de Fortnite de revolucionar la segunda semana de diciembre con nuevos juegos.
Aún así, es fácil divertirse con este modo de juego por cómo deconstruye la fórmula Counter-Strike para dar con una variante mucho más rápida, sin sacrificar por el camino demasiado de su esencia. El francotirador mata de un golpe, la economía te hará dudar entre un segundo escudo o un mejor subfusil y hasta he encontrado algún que otro humo bastante curioso para los ataques.
La duda: ¿gustará al jugador clásico de Fortnite?
Quizás el mayor problema que tiene Ballistic por ahora es el mismo que Marvel Rivals en su lanzamiento. Los jugadores no acaban de entender que el objetivo no es, al menos no necesariamente, acabar con los cinco integrantes del equipo rival. Esto va de jugar con la visión, de coordinarse y de priorizar las dinámicas alrededor de la bomba. El tiempo irá otorgando esa sabiduría, aunque sea a fuerza de ensayo y error, a un público de Fortnite que no necesariamente está familiarizado con este subgénero del shooter.
Los flashes de esta semana se los llevará, de forma comprensible, la apuesta por el sandbox inspirado en GTA de Brick Life. Pero Ballistic tiene los mimbres para que el largo plazo le acabe por otorgar un hueco dentro de ese hub de experiencias en el que se ha convertido Fortnite. El camino tampoco es que esté delimitado en exceso, porque apenas tenemos un mapa, pero es interesante ver cómo Epic Games no suelta el pie del acelerador.
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