Llevo dos semanas con el mejor proyector para jugar a videojuegos y hay buenas noticias: estamos cada vez más cerca del ideal. Análisis del BenQ X3100i

En los últimos años hemos visto cómo los proyectores alcanzaban unas buenas especificaciones para videojuegos, lo cual los hacía más dinámicos que simplemente ser usados para cine y televisión. A medida que los juegos se hacían más exigentes, parecía que siempre fallaba algo. O bien no llegaban a la resolución adecuada, o no con la tasa de refresco necesaria y, lo peor, cuando lo hacían, era a costa de una latencia que en muchos casos era injustificable.

Esto poco a poco ha cambiado, pero todavía ha habido barreras que superar para conseguir ese proyector que lo tuviera absolutamente todo. Pero, en cuestión de videojuegos, lo cierto es que BenQ se adelantó a la competencia con ese X3000i que llegó hace tres años y parecía cumplir todos los requisitos para el jugador que se precie. ¿Todos? Bueno, en realidad todavía había cosas que refinar. Por ejemplo, los 1440p, esa resolución intermedia entre el 4K y los 1080p, se le resistía. Pero ahora que he podido probar el modelo X3100i, lo cierto es que ya hay poco más que pedirle a un proyector para videojuegos.

1080p a 240Hz. 1440p a 120Hz. 4K a 60Hz. Si me pongo exquisito, todavía podría pedirle esos 120Hz a la resolución 4K, pero es que conseguir estas cifras por debajo de los 20 milisegundos no era fácil: desde 4,2 ms en la resolución más baja, 8,2 ms en los 1440p y 16,7 ms en 4K. Todos ellos son más que suficientes, sobre todo teniendo en cuenta que para juegos más exigentes como RPGs, que son los recomendados para alta resolución, no necesitas una respuesta tan exigente gracias a este Modo Juego.

Así que jugar en este proyector no supone ninguna desventaja en cuestión técnica, pero este modelo es algo más que una pequeña actualización. Además, una cosa que no se suele ver en proyectores enfocados a juegos es la corrección trapezoidal y el ajuste vertical de lente, que en mis pruebas en una habitación que no es la ideal para proyección han sido verdaderamente clave. Poder bajar la lente unos centímetros y retocar los ángulos para crear el efecto adecuado en el visionado desde una perspectiva inferior ha sido definitorio en algunos de los lugares donde lo he colocado.

Mejorando lo que ya era bueno

Y digo lugares porque este diseño cúbico tan característico es una maravilla para el transporte. No solo es bonito, sino que ocupa menos de lo que parece y tiene una forma muy cómoda para llevarlo de un sitio a otro. Los altavoces son los mismos que el modelo anterior, con dos de 5W treVolo, pero se han retocado para mejorar la reproducción de voces y la distorsión con volumen alto. Parecerá una tontería que tenga unos altavoces algo decentes, porque si compras algo así querrás enchufarlo a tu Home Cinema o parecido, pero me parecen indispensables si en algún momento quieres trasladarlo al jardín o a una segunda vivienda de manera rápida. Hablando de sonido, se ha reducido el ruido, algo a lo que soy muy sensible en todo dispositivo tecnológico. Sigue siendo apreciable y es debido a que el proyector se calienta bastante. Nada fuera de lo normal, pero lo suficiente como para que el sistema de refrigeración sale y emita ese ruido. Aun así, como digo, supone una mejora con respecto al anterior modelo.

Otra cosa que me ha sorprendido es el dongle. Android TV 11 en este caso. Cuando lo recibes puedes creer que funciona como un Amazon Stick, que quedará colgando de la parte trasera. Luego te das cuenta de que su entrada es un mini HDMI preparado para conectarse debajo de la tapa superior del proyector y que te olvides de él para siempre, como si estuviera integrado en el dispositivo. Funciona perfectamente con todas las aplicaciones compatibles con Android, pero, yendo a lo que nos interesa, eso significa que puedes tener servicios como PlayStation Portal. No es que sea tan problemático como este caso, porque evidentemente siempre puedes conectar tu propio dongle o portátil con mejor conexión, pero tampoco es lo ideal.

En cuanto a calidad de imagen, seguimos encontrando algunas mejoras con respecto al anterior modelo. La calibración de color de fábrica es muy buena, por lo que no necesitarás retocarla manualmente, aunque tiende a un poco de saturación extra. El contraste ha subido a 600.000:1 y ahora posee un HDR mejorado, además de un más que necesario ALLM. En este aspecto aún se echa de menos una opción también de VRR para sincronizar la tasa de refresco y que es de lo que más se podría echar de menos si lo comparamos con los televisores más avanzados.

También hay mejoría en cuestión de brillo, donde nos encontramos con 3.300 lúmenes ANSI, una cantidad que empieza a ser bastante buena para habitaciones que tengan incluso luz ambiental, algo que le costaba más a los 2.500 lúmenes del anterior modelo. Aun así, la mejor claridad se consigue con poca iluminación o completamente a oscuras, claro. Yo he proyectado en pared blanca y no en pantalla de proyección, y gracias a esta mejora el resultado ha sido muy bueno. Las fuentes de luz LED prometen una duración de 20.000 horas en el modo normal y 30.000 en el modo Eco, que está dentro de lo esperable en la gama media-alta, aunque si forzamos el brillo puede decaer antes, como suele ser habitual en estos modelos.

Por último, hay que aclarar (aunque es común en proyectores) la cuestión de la resolución 4K, porque no estamos hablando de una resolución 4K nativa, sino por desplazamiento. Se usa una tecnología llamada XPR (Xtreme Pixel Rendering) para simularla mediante el desplazamiento de píxeles. La resolución nativa es 1080p, pero lo cierto es que, como digo, es algo normal en proyectores de consumo. Muy pocos alcanzan los 4K nativos reales y los que sí tienen o bien son LCD (imposible conseguir un input lag tan bajo) o son proyectores profesionales muy lejos de los precios para el . En mis pruebas este escalado ha sido prácticamente inapreciable porque en pulgadas de menos de 100-120 la densidad es tan buena que es apenas es indistinguible del 4K real. Otra cosa es que necesites proyectar a mayor tamaño, donde sí podrías apreciar esas diferencias.

Con todo, no me ha quedado duda alguna de que este modelo es el que yo usaría si quiero tener una buena experiencia tanto en visionado de cine como en reproducción de videojuegos. Es un proyector que cumple casi todos los requisitos que un jugador avanzado buscaría, pero es que además es es bonito y manejable. Se nota que la compañía ha pensado en todo momento en la mejor experiencia para jugadores dentro de un precio que no se disparase demasiado, que, aun así, es de 2.300 euros, pero ya estoy viendo descuentos tanto a través de la web oficial como en algunas páginas donde puede encontrarse a 1.999 euros... que empieza a ser bastante más interesante. Para todo lo que ofrece, probablemente se trate de una de las mejores relaciones calidad-precio que puedes encontrar actualmente.

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