La Espada del Inmortal es mi segunda obsesión samurái preferida, pero también cambió para siempre mi forma de leer manga

La Espada del Inmortal es mi segunda obsesión samurái preferida, pero también cambió para siempre mi forma de leer manga

La Espada del Inmortal demuestra que era posible revolucionar el manga de samuráis sin traicionar sus raíces, mezclando violencia estilizada, filosofía y un dibujo que corta más que cualquier katana

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Manga La Espada Del Inmortal
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Chema Mansilla

Editor - Cine y TV

Cuando la editorial Glenat comenzó a publicar La Espada del Inmortal en España en 2003 para mí suponía un auténtico esfuerzo mantener el ritmo de compra de la serie si además quería ir al cine o seguir al día con las cabeceras de Marvel y DC. Lo mismo me pasaba con Gantz. Pero el esfuerzo mereció la pena, porque La Espada del Inmortal me tenía enganchadisimo. Y tanta fue su influencia que como adulto me las he apañado para hacer hueco en las estanterías a las estupendas ediciones deluxe de Dark Horse, tan bonitas como caras. No me arrepiento y os explico por qué.

El esfuerzo mereció la pena

Porque La Espada del Inmortal se ha convertido en un referente con el que comparar, a veces sin quererlo, otras grandes obras que han venido después. Una historia que parecía arrancarme de la rutina, que me sacaba del mundo superheroico para meterme en una espiral de violencia, filosofía, belleza y contradicción. Y eso que esta historia de samuráis tiene un poco de superheroica. Tanto fue así que, ya de adulto, no dudé en volver a comprarla. Y es que le tengo un cariño tremendo a esta serie llena de psicópatas armados a cada cual más bizarro y trastornado. Solo El Lobo Solitario y su Cachorro me gusta más cuando hablamos de mangas de samuráis emparedados en violencia y venganza. Pero La Espada del Inmortal es, sin duda, la más original.

Manga La Espada Del Inmortal 5

El manga samurái reinventado: estética y alma

En general, y salvo ciertas grandes excepciones como el también magistral Vagabond de Takehiko Inoue, he llegado a la conclusión de que la mayoría de cómics japoneses que cuentan historias de samuráis no son más que una excusa para mostrar katanas cruzándose en el aire. Sin embargo, en estos tres mangas que os he mencionado hay una carga filosófica y emocional combinada con una destreza artística que resulta demoledora. El Lobo Solitario y su Cachorro, de Kazuo Koike y Gōseki Kojima, me enseñó eso. Es mi gran amor dentro del género. Pero con La Espada del Inmortal sentí algo diferente, pero no menos intenso: como si el género hubiera pasado por una revolución estética y narrativa, sin perder sus raíces.

Samura no se limita a contar una historia de venganza. En lugar de eso, construye un mundo sucio, contradictorio, estilizado y en el fondo profundamente humano

Samura no se limita a contar una historia de venganza. En lugar de eso, construye un mundo sucio, contradictorio, estilizado y en el fondo profundamente humano. Es una curiosa manera de llegar a la verdad mediante la deformación, la exageración, la caricatura y el esperpento, y todo sin salirse de unos márgenes narrativos muy tradicionales. Manji, el protagonista inmortal que busca redención matando a mil hombres malvados, no es un héroe arquetípico. Es un tipo que arrastra culpa, humor negro, y una relación casi paternal con Rin, su joven compañera. Su viaje es interno y externo y eso que a primera vista parece una vez más lo mismo que hemos visto hasta la saciedad. Pero La Espada del Inmortal sabe jugar con esos clichés para sorprender.

Manga La Espada Del Inmortal 2

Una historia marcada por su contexto editorial

La publicación de La Espada del Inmortal comenzó el 25 de junio de 1993 en la revista Afternoon de Kodansha, una cabecera conocida por dar margen creativo a autores con voz propia. Se trataba de un manga seinen, orientado a un público adulto, en una época en la que el manga empezaba a explorar los terrenos más oscuros de la psicología y la moral de una sociedad cada vez más desencantada con el capitalismo y centrada en el cinismo.

Durante casi 20 años, la serie se mantuvo en activo, hasta su cierre en diciembre de 2012, sumando originalmente 30 volúmenes en total. A lo largo de ese tiempo, la obra fue ganando en profundidad, evolucionando tanto en el trazo como en su carga temática. El propio Samura comentó en una entrevista publicada por su editorial norteamericana, Dark Horse, que al principio no tenía claro cómo desarrollaría la historia, y que mucho del argumento fue surgiendo sobre la marcha, algo impensable en el manga comercial actual, mucho más dirigido y centrado en una estrategia de éxito comerncial. Esta libertad creativa se nota: La Espada del Inmortal tiene una estructura orgánica, casi caótica por momentos, pero siempre fascinante.

La Espada del Inmortal tiene una estructura orgánica, casi caótica por momentos, pero siempre fascinante

La Espada del Inmortal narra la historia de Manji, un ronin maldito con el don de la inmortalidad gracias a unos gusanos sagrados llamados kessen-chū que curan cualquier herida. Atormentado por su pasado violento y en busca de redención, Manji acepta una misión que podría darle sentido a su existencia: ayudar a Rin Asano, una joven cuya familia fue asesinada por un dojo rival, el Ittō-ryū, liderado por el despiadado Anotsu Kagehisa. Juntos emprenden un sangriento viaje de venganza, justicia y reflexión moral en un Japón feudal donde la frontera entre el bien y el mal se desdibuja con cada combate.

Manga La Espada Del Inmortal 4

Samura, el artista que no quería ser mangaka

En la entrevista con Dark Horse, Hiroaki Samura confesaba que nunca quiso ser un mangaka tradicional. De hecho, al principio rechazaba el estilo típico del manga y pretendía acercarse a los recursos del cómic de estilo occidental. Su gran referente no eran otros dibujantes japoneses, sino artistas europeos y americanos. Y eso se nota en cada página.

El uso del trazo suelto, las composiciones que rompen la estructura clásica de viñetas y su manejo expresivo del blanco y negro están más cerca del cómic underground que de otros mangas de éxitos de los noventa, como Alita. Según Samura, trabajar en Afternoon fue crucial: le dieron libertad total para explorar su estilo, sin imposiciones editoriales sobre cómo debía contar su historia. Esa confianza, rara en la industria, dio lugar a una obra sin concesiones.

Comparando gigantes: Lobo Solitario vs. Espada del Inmortal

Aunque mi corazón siempre estará con El Lobo Solitario y su Cachorro, es imposible no ver lo que diferencia a ambas obras. Koike y Kojima construyeron una epopeya samurái clásica, rigurosa, solemne, profundamente japonesa. Samura, por su parte, toma ese legado y lo revienta desde dentro.

Mientras Lobo Solitario sigue el camino del guerrero deshonrado en busca de venganza, La Espada del Inmortal es más ambigua. Manji no tiene un código estricto. No es un ronin honorable, sino un asesino malhablado que se resiste a morir y que encuentra, casi a su pesar, una razón para seguir luchando. El estilo gráfico también marca diferencias: Donde en El Lobo Solitario podemos ver una herencia cinematográfica clásica, la narrativa de Samura es más experimental, con composiciones rompedoras, uso del negativo y una expresividad que se acerca más al grabado clásico que a la línea clara de otros mangakas.

Manga La Espada Del Inmortal 1

La huella de La Espada del Inmortal en el manga

La Espada del Inmortal no solo dejó huella en lectores como yo. También transformó a toda una generación de artistas. Su influencia se puede rastrear en autores actuales que no temen mezclar técnicas, estilos y registros. El uso de perspectivas distorsionadas, las composiciones asimétricas, y esa capacidad para sugerir movimiento en una imagen estática se han convertido en referentes visuales. No tenéis más que ojear cómo eran los cómics que se editaban en los noventa, incluyendo obras tan rompedoras como AKIRA, para comprender hasta qué punto La Espada del Inmortal es plásticamente rompedora.

Medios como Anime News Network han subrayado cómo Samura superó los límites autoimpuestos del manga histórico. Hoy es común ver obras que mezclan tradición y modernidad, pero en los 90, Samura era una rareza. Gracias a ello hoy el manga samurái puede ser tan poético como violento, tan introspectivo como estilizado.

La espada del Inmortal Kanzenban nº 01/15 (Manga Seinen)

Aunque El Lobo Solitario y su Cachorro se convirtió desde el primer momento en mi mayor referente del  género, ese mismo 2003 La Espada del Inmortal fue la obra que deslumbró por su propuesta. Tal vez me recordaba al principio a la legendaria Ninja Scroll. No solo por su trama, sus personajes o su disfrute estético. También porque me mostró que el manga podía desafiarte, incomodarte y emocionarte en la misma página incluso dentro de unos límites tan marcados como una manga de samurais. Si aún no has leído La Espada del Inmortal, hazte un favor: búscala, leela, piérdete en sus trazos y descubre que con el tiempo, esa posición cambie. Porque hay obras que no envejecen. Se afilan. Como una espada inmortal.

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