Abrirse paso en Hollywood es una tarea titánica. No es un camino de rosas, y requiere de muchos sacrificios de camino a la cima del éxito en la meca del cine. Un ejemplo viviente de esta realidad es Sylvester Stallone, el icónico actor que ha dejado una huella imborrable en la historia del cine con su personaje de Rocky Balboa. Sin embargo, antes del éxito, la fama y los Oscar, Stallone tuvo que enfrentarse a una serie de dificultades durante los años 70, mientras luchaba por hacer despegar su carrera en la industria del entretenimiento.
Vida de perros
Una de las anécdotas más impactantes que ilustran las luchas de Stallone en esos años es la historia de su querido perro Butkus, quien desempeñó un papel importante tanto en la vida personal como en la carrera profesional del actor. Antes de alcanzar la fama con Rocky, Stallone se vio obligado a empeñar a Butkus debido a las dificultades financieras que enfrentaba. Este gesto desesperado, aunque doloroso, es un testimonio del compromiso y la determinación de Stallone para seguir adelante a pesar de las adversidades. La historia tiene un final feliz, ya que Stallone y Butkus volvieron a estar juntos, y el hombre al que Stallone empeñó su mascota logró un pequeño papel en Rocky.
El semental italiano
Otra anécdota de los inicios de Stallone que ha tenido cierta notoriedad entre el público es su breve incursión en la industria del cine para adultos. Antes de alcanzar la fama mundial, Stallone aceptó un papel en una película de bajo presupuesto titulada The Party at Kitty and Stud's. En aquel entonces, enfrentaba graves problemas económicos y la oportunidad de ganar algo de dinero, unos 200 dólares en este caso, fue demasiado tentadora para rechazarla. Aunque la película fue más tarde reeditada y lanzada como Italian Stallion para capitalizar el apodo de Rocky, Stallone ha hecho todo lo posible por lograr que todas las copias de la película desaparecieran de los circuitos comerciales.
La participación de Stallone en esta película ha generado una serie de rumores y leyendas urbanas, especialmente en lo que respecta a su rendimiento en las escenas más explícitas y sus dotes físicas más íntimas, aunque salpicadas por la polémica de que, en realidad, se estaba explotando aquel papel para promocionar su faceta de actor "machote entre machotes". A pesar de que el actor ha intentado enérgicamente dejar atrás esta parte de su carrera, son testigo de lo ajustada de su situación durante los primeros años de la década de los 70. Resulta particularmente llamativo que un actor que ha expresado públicamente su fe religiosa, e incluso se ha reunido con el Papa, tenga este tipo de episodio en su pasado. Pero todos tenemos que comer, ¿verdad?

A pesar de estos difíciles comienzos, Stallone finalmente encontró el éxito con su guion para Rocky, una historia inspiradora sobre un boxeador desconocido que lucha por alcanzar la grandeza. La película, lanzada en 1976, fue un éxito arrollador y catapultó a Stallone a la fama internacional. Curioso paralelismo. Su trabajo Rocky Balboa le valió dos nominaciones al Premio de la Academia por su interpretación y su guion, y se convirtió en el comienzo de una franquicia cinematográfica que continúa cautivando a legiones de fans hasta el día de hoy protagonizando películas memorables como la saga Rambo, Demolition Man, Juez Dredd, o la franquicia de Los Mercenarios. No se puede decir que no se lo haya currado.
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