Chema Mansilla
Editor - Cine y TVLa saga Star Wars nos ha dado todo tipo de criaturas increíbles y extraños alienígenas: peludos pilotos de dos metros de altura, pequeños maestros zen de color verde, cantantes de jazz metidos en pequeños tarros de cristal. Pero tal vez el más raro de todos, a pesar de llegar a formar parte del rodaje de El Retorno del Jedi, no llegó nunca a la pantalla. Esta es la historia galáctica de Lightman.
Un alienígena brillante (literalmente)
La historia de Lightman arranca en los pasillos sombríos del palacio de Jabba el Hutt. En una de las primeras escenas de El Retorno del Jedi, el droide de protocolo C-3PO y su inseparable R2-D2 entran en el bastión criminal más mugriento de Tatooine. Ahí estaban previstos muchos personajes, algunos de los más legendarios del universo expandido de Star Wars, como Bib Fortuna, Sy Snootles o el carcajeante Salacious Crumb. Pero entre todos ellos, había uno que destacaba por razones obvias: un hombre cubierto con un traje negro lleno de bombillas, bautizado por el equipo como Lightman.
La intención de George Lucas y del equipo de efectos especiales era que este personaje fuera sustituido en posproducción por una criatura alienígena luminescente creada por los magos de Industrial Light & Magic, igual que se hizo en Cocoon. En teoría, su función narrativa era simple: guiar a C-3PO por los rincones más oscuros del palacio de Jabba. Pero su aspecto era cualquier cosa menos sutil. Las primeras pruebas muestran a un tipo con brazos alargados, traje con refuerzos de hockey y luces que lo hacían parecer una mezcla entre un árbol de Navidad, un mono y una instalación artística de los años 80.
Un traje demasiado ridículo incluso para Star Wars
El Lightman fue interpretado originalmente por el veterano especialista Peter Diamond, que participó en múltiples secuencias de acción de la trilogía original y que también interpretó al guardia gamorreano que Chewbacca tira por escaleras abajo cuando llega prisionero al palacio. Su escena fue rodada en los estudios Elstree, en enero de 1982. Pero en el plató, las reacciones no fueron las esperadas.
El legendario Phil Tippett, responsable del diseño de criaturas en la trilogía original y alma detrás de muchos de los efectos de criaturas más memorables de la saga, lo resumió mejor que nadie en una frase: "Se veía tal cual. Todos se rieron. Nunca se rodó". Y es que, aunque hay algunas tomas grabadas del personaje caminando por el decorado, lo cierto es que nunca llegó a integrarse en el metraje final.
La idea, por lo que se ha podido reconstruir a través de documentos de producción y entrevistas, era utilizar al Lightman también en la caída en la fosa del Rancor, donde más adelante tendría lugar uno de los duelos más recordados de la película. Pero finalmente, el personaje fue descartado por no encajar con el ritmo ni con el tono de la secuencia.
La leyenda urbana de una galaxia muy, muy cutre
Durante décadas, Lightman fue poco más que una leyenda urbana entre los fans más acérrimos de Star Wars. Algunas fotos de muy mala calidad en fanzines y blogs mantuvieron viva la historia de "ese personaje tan raro que nunca salió". Se decía que era un alien, un androide, una broma de rodaje o incluso un homenaje a THX 1138, el primer largometraje de Lucas, en el que un personaje humano aparece bañado en luz en una secuencia muy recordada.
Pero todo eso cambió cuando hace unos años Lucasfilm decidió, en una de sus raras concesiones al archivo, mostrar unos pocos segundos del metraje de prueba original. Ahí estaba: un hombre de negro iluminado como una feria ambulante, acompañado por un Gamorreano y C-3PO, caminando por un pasillo que nunca apareció en el montaje final. Y con razón.
Una oportunidad perdida para el merchandising galáctico
Imagino que rodar escenas con semejante personaje debía ser una pesadilla, especialmente para el director de fotografía Alan Hume. No solo por lo difícil que resultaría controlar la iluminación de un ser que literalmente emitía luz por todas partes, sino porque el conjunto en pantalla resultaba demasiado ridículo incluso para una saga que nunca ha tenido miedo al exceso estético. Además, el calor que generaba el traje y los focos que llevaba acoplados debía ser tremendo…
En un universo donde existe un alienígena llamado Droopy McCool no deja de sorprender que Lightman se considerara "demasiado"
Sin embargo, en un universo donde existe un alienígena llamado Droopy McCool y donde el café se llama "caf", no deja de sorprender que Lightman se considerara "demasiado". Tal vez, como en tantas otras decisiones de la trilogía original, alguien levantó la mano a tiempo y dijo: "mejor no". Lo que sí es seguro es que si el personaje hubiera sobrevivido, ahora tendríamos una figura de acción con bombillas de verdad que se ilumina al pulsar un botón. Y eso, sinceramente, habría sido un tesoro para cualquier colección.
Lightman es una nota al pie de página en la historia de Star Wars, pero también un testimonio del caos creativo que reinaba en el rodaje de la trilogía original. Un recordatorio de que, detrás de cada decisión narrativa o visual, había un proceso artesanal, experimental y a veces tan delirante como fascinante. Pero no hay que perder la esperanza: Lucasfilm es famosa por reciclar ideas descartadas, aunque pasen años, así que… ¿Quién sabe? En esta galaxia, nunca digas nunca. Todas las rarezas alienígenas, Disney+.
En 3DJuegos | A pesar de ser una de las series del año, la temporada 2 de andor ha dejado un trama sin cerrar y me preocupa un poco
En 3DJuegos | Los fans de Star Wars han descubierto un gungan sith en Andor, y seguramente sea un misterio que quede sin resolverse
Ver 0 comentarios