El jefazo de HBO es muy consciente del rechazo que provoca entre determinados sectores del público la postura antitrans que ha acompañado a J. K. Rowling en los últimos años y ha querido dejar claro en una entrevista que tales opiniones no contaminará de forma alguna el desarrollo del remake de Harry Potter para Max.
"Son sus opiniones personales"
"No es la primera vez que trabajamos con J. K. Rowling. Lo llevamos haciendo 25 años. De hecho ya produjimos una serie con ella y la BBC, Cormoran Strike", puso de ejemplo Casey Bloys, presidente y director ejecutivo de HBO y Max Content al ser preguntado por la escritora en The Town con Matt Belloni. "Está claro que esas son sus opiniones personales y políticas. Tiene derecho a tenerlas. Harry Potter no está siendo infundido con nada en secreto. Y si quieren debatir con ella, pueden hacerlo en Twitter", sentenció el CEO del servicio de streaming de WBD.
J. K. Rowling es una de las escritoras más exitosas de los últimos 30 años tras haber creado una serie que han vendiendo cientos de millones de libros en todo el mundo que sirvió de base para una de las sagas cinematográficas más rentables del siglo XXI con atracciones en parque temáticos y un gigantesco fenómeno fan construido a su alrededor. Sin embargo, en los últimos años la autora británica ha sido vista como un activo tóxico hasta para muchos de los seguidores más leales de la franquicia, con alguna que otra campaña de boicot lanzada sin resultado.
Pero afecta al desarrollo de sus programas y obliga a muchos de sus actores, en este caso "jefazo", a posicionarse. Así, Paapa Essiedu, fichado como Severus Snape para la nueva serie de Max, había firmado una carta en defensa de los derechos de las personas trans.
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