Esta semana por fin pudimos disfrutar de está despertando toda clase de opiniones entre quienes la han visto. Ahora, sin embargo, parece que la producción va a tener que hacer frente a una serie de acusaciones publicadas en prensa que avanzan un desastre.
En concreto se trata de una información de The Guardian. En ella se dice que el rodaje del film fue poco menos que un pifostio, con parte del equipo detrás de la película convencidos que "esto era como ver a un tren descarrilando". De acuerdo a las quejas recogidas por el rotativo británico, durante una una escena de bacanal en un club nocturno, siempre según sus fuentes, Coppola entró al set e intentó besar a algunas de las extras femeninas en topless y con poca ropa. Darren Demetre, coproductor ejecutivo del film, quiso refutar tal acusación:
"Francis produjo y dirigió con éxito una enorme película independiente, tomando todas las decisiones difíciles para garantizar que se entregara a tiempo y dentro del presupuesto, sin dejar de ser fiel a su visión creativa. (...) Hubo dos días en los que filmamos una escena de celebración en un club, donde Francis caminaba por el set para establecer el espíritu de la escena dando amables abrazos y besos en la mejilla al elenco y a los actores de fondo. Era su manera de ayudar a inspirar y establecer la atmósfera del club, que era tan importante para la película. Nunca tuve conocimiento de ninguna queja de acoso o mal comportamiento durante el transcurso del proyecto". — Variety
Entre el resto de acusaciones, se habla de que había días donde el cineasta detrás de El padrino llegaba al set, se metía en su camión y se ponía a fumar cannabis: "Y pasaban horas y horas sin que se filmara nada". "Parece una locura decirlo, pero hubo momentos en los que todos estábamos parados pensando: '¿Este tipo ha hecho una película antes?'". Mientras tanto, Megalopolis se prepara para su estreno en el Festival de Cannes, con debut confirmado en cines de España.
De qué trata Megalopolis
Megalopolis no tiene fecha oficial de desembarco en las salas, y presentará una historia futurista influencia en la Antigua Roma sobre un arquitecto (Adam Driver) deseoso de reconstruir Nueva York tras una catástrofe teniendo que hacer frente a todo tipo de problemas, incluido la oposición del alcalde (Giancarlo Esposito).
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