A comienzos de año, China tomó una decisión radical para combatir el veto del gobierno de Estados Unidos: poner el cerco sobre Micron Technology, el fabricante de chips norteamericano más grande del país. Como consecuencia directa, la firma estadounidense realizó un análisis de mercado para evaluar el posible impacto de este veto a vender sus productos en China. Y, aunque en un principio determinó que las pérdidas oscilarían entre un 1% y un 9%, parece que se quedaron cortos con las previsiones. Y dicha situación, para desgracia de los integrantes de Micron, ha provocado un terremoto en el seno de la compañía.
Como recoge la maniobra de China con las empresas norteamericanas, que también tendrá impacto en otros gigantes como Apple, ha supuesto un duro golpe para los intereses de la firma estadounidense. Pero, pese a ello, los planes de Micron en el país asiático no han cambiado.
Estados Unidos invertirá más de 600 millones de dólares en China
Como parte de su política de crecimiento, Micron tiene en mente realizar una inversión de 603,8 millones de dólares para crear una planta de empaquetado de chips en la ciudad de Xian. Para Sanjay Mehrotra, consejero delegado de Micron, esta maniobra es una muestra del “compromiso inquebrantable de la empresa con su negocio y su equipo en China”, una posibilidad que esperan que juegue a su favor a la hora de suavizar la situación. Mas, por el momento, la relación entre China y Micron continúa marcada por la tensión.
Así, Estados Unidos y China continúan moviendo fichas de cara a ganar presencia en el campo de los semiconductores. Hasta ahora, el mismo está dominado por realizar la inversión más grande de la historia de Alemania, una posibilidad que se ha torcido después de la negativa del gobierno del país europeo.