Unas semanas atrás, la istración de Joe Biden hizo la vista gorda con Samsung y TSMC, los dos gigantes de la producción de chips. Aunque la nueva normativa de la Ley CHIPS del país norteamericano busca reducir el crecimiento tecnológico de China, razón por la que han apostado por distintas medidas con este fin, han abierto la mano con la firma surcoreana y taiwanesa para sus fábricas en China. Y, después de dar luz verde a dicha opción, hace escasas horas se confirmaron los detalles relacionados con este movimiento.
Como recoge el portal lo más beneficioso tanto para su economía como para su desarrollo tecnológico es hacer la vista gorda con las dos empresas citadas.
TSMC y Samsung confían en operar con total libertad
Así, después de confirmar que ambas firmas gozarían de un permiso especial, la publicación de Ars Technica señala que este se habría ampliado con una única intención: evitar el impacto negativo que han tenido las nuevas normas en la producción de chips estadounidenses. En la actualidad, TSMC es el principal proveedor de chips para inteligencia artificial y sistemas de defensa militar de Estados Unidos. Y, por ese mismo motivo, el país norteamericano se ha visto obligado a ceder tanto con este como con Samsung, ya que los surcoreanos también aportan multitud de semiconductores a los norteamericanos.
De esta forma, de TSMC han declarado que confían en recibir los permisos necesarios para importar tecnología estadounidense a sus fábricas de China. Al hacerlo, esperan dejar atrás el “quebradero de cabeza que supone solicitar licencias estadounidenses”. Y, además, también confían en que TSMC siempre contará con el respaldo de Estados Unidos para sus operaciones con sede en China, ya que estas son positivas tanto para los norteamericanos como los taiwaneses, independientemente del crecimiento que puedan tener las empresas chinas.