El otro día os hablaba en 3DJuegos del Factor 5 editó para SNES un cartucho que recopilaba en formato plataformero la por entonces trilogía cinematográfica de Indiana Jones, que ahora es noticia no solo por su nueva película sino también por una nueva serie de Indiana Jones en Disney+. De hecho, la relación entre aquella trilogía de juegos de La Guerra de las Galaxias y este Indiana Jones' Greatest Adventures era tan estrecha que incluso los gráficos utilizados para algunas animaciones de Indy utilizaban sprites muy similares a los de Han Solo.
Dedicar un texto a recuperar este cartucho viene acompañado de otro pequeño trauma infantil. Y es que por mucho que me gustara Indiana Jones en cualquiera de sus formatos, yo no había tenido mucha suerte con sus videojuegos. Si habéis jugado al Templo Maldito en Spectrum sabéis lo que eso puede hacerle al alma de un niño sensible. Y es verdad que recuerdo con mucho cariño todas las horas que mi padre y yo invertimos en tratar de terminar Indiana Jones and The Fate of Atlantis. Pero ahí la clave está en el "tratar de terminar". Jugar a Indiana Jones and the Last Crusade: The Action Game en Game Gear hizo que durante una partida quisiera morder la Game Gear. Ese juego era un infierno. Eso sí, lo terminé y volví para contarlo, pero es un infierno que no le recomiendo a nadie. El caso es que nada de eso evitó que en 1994 Indiana Jones' Greatest Adventures se convirtiera en uno de mis videojuegos preferidos. Principalmente, porque era un título al que disfrutaba jugando. No me hacía llorar y en ningún momento me quedaba atascado durante más de tres o cuatro intentos. Y era de Indiana Jones.

De Indiana Jones' Greatest Adventures solo tengo buenos recuerdos. Muchos, claro, están relacionados por la traslación de mis momentos favoritos de las pelis al juego. Pero lo importante es que la jugabilidad estaba muy pulida. Por ejemplo,recuerdo que balancearse con el látigo resultaba tremendamente satisfactorio, a un nivel que muy pocos juegos del momento lograban para esa mecánica en concreto. La enorme roca que perseguía a Indy en Perú era impresionante. Esquivar los disparos en el Club Obi-Wan de Shanghái era divertidísimo. ¡Carajo, si tiene incluso una fase de vagonetas mineras que se puede terminar sin decir palabrotas! Solo me siento mal por haberle dado caña a los pobres hovitos, que solo protegían su patrimonio cultural y religioso del expolio más vil.
¡Si tiene incluso una fase de vagonetas mineras que se puede terminar sin decir palabrotas!
Pero eran otros detalles, más personales a lo mejor, los que recuerdo con más cariño, como que el juego tenía Sonido Dolby en un momento en el que tener una TV stereo en España era estar tope de gama. Sonaba más exótico de lo que realmente era, pero en mi imaginación aquello sonaba de la leche. Las imágenes utilizadas para ilustrar las escenas narrativas entre capítulos tenían una calidad casi fotográfica, como nunca antes se habían visto en un juego de cartucho. En serio, estaba impactado por su calidad, y ahora las ves y los píxeles te sacan los ojos, los mastican y los escupen. El nivel de La Última Cruzada en el que pilotamos una avioneta está al nivel de los mejores juegos de "simulación de vuelo" de Super Nintendo, ¡y eso que era solo un nivel! El equipo liderado por Julian Eggebrecht (Star Wars Rogue Squadron, Contra III: The Alien Wars) puso un mimo extraordinario en el juego.

Tal vez fuera uno de los últimos grandes títulos de la Era de Oro de los juegos franquiciados
Tal vez este Indiana Jones' Greatest Adventures fuera uno de los últimos grandes títulos de la Era de Oro de los juegos franquiciados de la época. Factor 5 hizo un trabajo inolvidable para todo aquel que disfrutó de este título. Yo lo recuerdo con cariño. Sé que el compañero Álvaro Castellano se lo está jugando en su Steam Deck ahora mismo, preguntadle a ver qué le parece.
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