Sony y Microsoft están planteando sus propuestas de consolas next-gen, pero los datos técnicos no parecen tan relevantes como en otras ocasiones.
Recuerdo cuando antaño los fabricantes de consolas encarnizaban una lucha a muerte por resaltar las virtudes técnicas de sus sistemas. Se esforzaban en buscar el más mínimo resquicio para destacar la U, RAM y demás detalles que luego, en realidad, no eran tan determinantes para garantizar el éxito en ventas. Las cosas han cambiado mucho con el paso de las generaciones, y ahora es cuando más se nota que no importan tanto todos esos números, como los servicios derivados de su correcto (e inteligente) aprovechamiento.
A este respecto, firmaría que lo más determinante va a ser las cargas desaparezcan por completo.
No importan tanto los números, como los servicios derivados de un correcto e inteligente aprovechamiento
Inmediatez, esa es la palabra. Para instalar juegos, para actualizarlos, para cargarlos, para disfrutarlos… La característica de resumir tu partida de forma prácticamente inmediata en Xbox One X (y que también estará en Series X) parece una tontería, pero marca la diferencia. Es como cuando con Nintendo Switch no apagas la consola, sino que la mantienes en espera para seguir jugando -al segundo- en cualquier momento. Los que lo habéis probado sabéis de lo que hablo, aunque es sólo un pilar de la experiencia: ese servicio al en el que Microsoft, ahora mismo, considero que está llevando la batuta.
Pensadlo bien. En la competencia no hay ninguna figura que pueda rivalizar con la positiva popularidad de Phil Spencer entre los s. Ahora mismo, la mayor parte de anuncios que hace Xbox están relacionados con la atención a los s, aunque sea pulsar un botón para expulsar un disco. Si Sony no va al E3, ellos salen inmediatamente diciendo que sí irán, porque hay que cumplir con los jugadores. Si los demás no se preocupan por la retrocompatibilidad, ellos primero la añaden, y Smart Delivery: no pagar dos veces por un mismo juego: la enésima muestra de que los s están por encima de todo.
Por si esto fuese poco, el Game es un servicio en el que te podrías llegar a cuestionar si es rentable, debido a lo grande que es. Ciertamente, el escenario que está planteando Microsoft es formidable. Que luego tenga más o menos éxito dependerá de más factores (como el precio de lanzamiento de Xbox Series X, que será determinante). Sin embargo, la semilla está puesta, y está enfocada a atender a los s. Menos teraflops y más servicio al fan, al jugador, al que se encuentra al otro lado confiando en una marca. No sé vosotros, pero yo veo que eso puede marcar la diferencia.