Que Steam sea la reina del PC gaming es una verdad inmutable. Sin embargo, contar con un sistema tan aperturista a la hora de publicar juegos —algo que le ha permitido sumar más de 90.000 títulos publicados— implica ciertos problemas si no se aplican medidas de control exhaustivo. En este caso, la plataforma de Valve vuelve a estar en el centro de una fuerte polémica tras la denuncia del secretario de Tecnología del Reino Unido, Peter Kyle, quien ha exigido la retirada inmediata de un videojuego explícito que "promueve violencia sexual no consentida, incesto y misoginia".
El juego en cuestión, cuyo nombre hemos preferido omitir, es una novela visual donde la protagonista participa en sesiones sexuales no consentidas, algo que ha generado una oleada de indignación tanto en el ámbito político como en ciertas organizaciones del sector. Entre ellas se encuentra Women in Games (vía Games Industry), cuya directora ejecutiva, la Dra. Marie-Claire Isaaman, ha calificado su presencia en la plataforma como "totalmente inaceptable". En palabras de Isaaman, este tipo de obras no solo trivializan la violencia contra las mujeres, sino que la convierten en un elemento de entretenimiento.
Peter Kyle, por su parte, ha solicitado a Ofcom, el organismo regulador de medios británico, que intervenga de inmediato. Aunque Ofcom ha aclarado que no puede actuar sobre quejas individuales, el ministro considera que plataformas como Steam deben ser responsables del contenido que alojan, especialmente si operan dentro del mercado británico. "Tienen el privilegio de acceder a nuestra sociedad y economía, y con ello, una gran responsabilidad", afirmó Kyle.
El polémico juego de Steam no fue revisado por ningún organismo de regulación
La controversia también ha puesto en evidencia la falta de regulación clara en plataformas digitales. Mientras los juegos físicos deben cumplir con el sistema PEGI por ley, los títulos exclusivamente digitales publicados de forma independiente no están obligados a pasar por esta clasificación. En este caso concreto, si echamos un ojo al Game Ratings Authority, el polémico título no fue sometido a revisión, ni se ha solicitado su clasificación hasta la fecha. Esto ha reavivado el debate sobre la necesidad urgente de normativas más estrictas para proteger a los s, especialmente a los más jóvenes.

Lo peor es que el juego apenas cuenta con filtros de cara a no aparecer en la feed de los menores de edad, más allá de un emoji de "prohibido a menores de 18 años" en su título. Las etiquetas, aunque son colocadas por los s, son tan generales que incluyen tags como "No lineales", "Romance", "3D", "Drama" o "Suspense", por lo que el juego puede aparecer sin problemas en las listas de juegos recomendados de Steam que sigan esas etiquetas. De hecho, la única mención sobre algo "fuera de lugar" es la presencia de contenido NTR, que alude a "relaciones con una persona mientras ésta está dormida".
Valve, por su parte, no ha emitido aún una respuesta oficial. Mientras tanto, Women in Games, además de otras organizaciones sin ánimo de lucro, insta a la compañía a tomar medidas concretas: eliminar el juego de forma inmediata, reforzar sus políticas de moderación de contenido y aplicar una política de tolerancia cero ante el discurso de odio y la violencia sexual. "Las mujeres y niñas merecen una industria del videojuego segura, respetuosa e inclusiva", concluyó Isaaman, llamando a la acción colectiva en defensa de una comunidad más sana.
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