Los problemas de la WWE no afectaron el desarrollo del juego.
En lo que claramente fue una intervención orientada a calmar las aguas tras la WWE 2K20, el directivo asumió la responsabilidad absoluta por los defectos del juego y subrayó que no han recibido más que apoyo por parte de la empresa de entretenimiento y lucha libre.
"El punto negro [del último año], aunque pequeño para nuestro negocio, fue WWE 2K20, donde realmente fallamos en calidad y, por ello, le dio un 65.
Debemos asumir la responsabilidad por lo que hacemos
"Debemos asumir la responsabilidad por lo que hacemos.", continuó Zelnick. "La verdad es que [la WWE] es una gran marca, está creciendo donde debería estar creciendo. Tenemos una gran relación con ella. Nuestro juego no estuvo a la altura, no fue suficientemente bueno y ellos nos dieron todo el apoyo." A lo que se refería el anfitrión, Jim Cramer, es a las pérdidas bursátiles que la WWE experimentó recientemente, así como la aparente crisis gerencial, creativa y de audiencias que padece desde hace algún tiempo.
"De hecho, lo más decepcionante fue que tomamos la decisión, y por ende, yo tomé la decisión de llevar a cabo el desarrollo de manera interna y todos esperaban un incremento en la calidad este año y, de hecho, nuestras calificaciones bajaron. Así que tenemos más trabajo que hacer.", añadió el directivo.
Escasas novedades y un Visual Concepts, estudio que ya fue confirmado como creador de la siguiente edición del juego.