acción y aventuras, y la compañía gala ha enfocado a menudo su producción de lanzamientos en esa misma dirección. Eso hace que su situación actual me preocupe doblemente.
Anoche sabíamos del nuevo retraso de Skull & Bones, que más allá de ser ya desde hace meses un meme en internet por sus continuos cambios de planes para su lanzamiento, lanza un mensaje delicadísimo a la industria. Ubisoft, en estos momentos, está sufriendo notablemente para sacar sus proyectos adelante.
Desde diciembre de 2018 no hemos visto nada de Beyond Good & Evil 2
Y es que el juego de piratas está haciendo mucho más ruido por su turbulento desarrollo que por el interés que realmente está levantando entre los aficionados... y que parece ser reducido. Se une así a una larga retahíla de videojuegos que están en producción pero que no acaban de ver la luz. El otros tres videojuegos cancelados que ni siquiera llegaron a ser anunciados.
¿Volverá alguna vez la antigua Ubisoft?
Si lo recuerdas, en el pasado Ubisoft se caracterizaba por lanzar una gran cantidad de videojuegos cada año. Unos funcionaban mejor y otros peor, pero todos tenían unas intenciones artísticas interesantes y era una compañía que, por mucho que se diga, realmente arriesgaba y marcaba la línea en varios géneros. De hecho, buena parte de lo que es el mundo abierto a día de hoy se debe a una serie de tics, parámetros jugables y condicionantes que ellos mismos han ido imponiendo con sus lanzamientos.
A día de hoy, con Ubi centrada en shooters militares clónicos y con fuerte énfasis en multijugador (Mario + Rabbids: Sparks of Hope. El cambio es un mensaje alarmante, desde luego.

Ubisoft es cada vez más atractiva para una posible compra.
Ahora mismo el valor de las acciones de la distribuidora, en este mismo instante, está fijado en 19,62 euros, algo más bajo que ayer antes de que se anunciaran las noticias de los problemas para sacar sus proyectos adelante que está atravesando el gigante francés: 26,94 euros y, definitivamente, mucho más bajo que el valor de sus acciones en verano; puesto que en agosto rondaban los 47 euros. Estamos muy lejos del pico que recuerdo para Ubisoft, allá por el 2018, cuando sus acciones valían la friolera de 103 euros. Estamos hablando de una devaluación de más del 80%, una auténtica barbaridad. ¿Qué quiero decir con esto? Que cada vez tiene menos valor para los accionistas y que eso, entre muchos otros motivos, la hacen una corporación muy atractiva para la compra por parte de un tercero... por mucho empeño que tengan en la familia Guillemot de asegurar que Ubisoft no se vende.
Claro, a pesar de esos mensajes no han faltado los rumores en los últimos meses sobre esta posibilidad, los Prince of Persia, entre muchísimos otros. ¡Será por IPs! Y lo cierto es que, más allá del desgaste de lanzar tantos Far Cry en tan poco tiempo, o de la pérdida de interés del gran público por las aventuras de sigilo de gran presupuesto, realmente sus marcas no son franquicias que hayan perdido demasiado valor... Da la sensación de que lo que se devalúa es la marca, y no tanto sus activos.

Ubisoft España ha reducido notablemente su equipo
A esto hay que sumar varias cosas más, claro. Por un lado, Ubisoft está desmantelando algunas de sus sedes locales en diferentes lugares de Europa. De hecho, bien es sabido que en España han reducido sus equipos notablemente y que han dejado una estructura de mínimos destinada a ser capaces de asimilar la distribución y localización de sus videojuegos, y al mínimo o con la prensa que les permita no tener que recurrir a una agencia de comunicación como ya han hecho otras compañías.
¿Se están "poniendo guapos" en Ubisoft para atraer a nuevos inversores o, incluso, compradores?
Con una serie de cancelaciones a sus espaldas en los últimos meses para abaratar la inversión en desarrollos, con un recorte fuerte en el mercado local europeo para reducir gastos y con la intención de centrarse sólo en sus grandes propiedades intelectuales tras los tropiezos de ventas de algunos juegos como Sparks of Hope que ha vendido por debajo de las expectativas a pesar de su indiscutible calidad... Es fácil ver un patrón común, ¿verdad? Son, todas ellas, medidas de recorte del gasto que me hacen pensar que en Ubisoft, quizá, se están "poniendo guapos". ¿Para qué? Difícil saberlo. Quizá sea una mera cuestión de rentabilidad para satisfacer a unos accionistas que, sin duda, deben estar preocupados; o quizá quieren salir bien en la foto de balance de ingresos y gastos para atraer a posibles inversores o, como comentaba unas líneas más arriba, incluso compradores.
Quién sabe, a pesar de que haya indicadores fuertes, entrar en eso es especular. Lo que sí puedo deciros con total seguridad es que, como aficionado, necesito a una Ubisoft fuerte: una que lance los videojuegos que me gustan con las condiciones y los valores de producción que me encantan. Y, más allá de mis gustos personales, lo que como profesional necesito y vosotros deberíais desear también es que las Embracer. Así que, sí, malas noticias para Ubisoft... Pero también malas noticias para todos.
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