Este juego me dio la opción de cumplir los deseos de todo el mundo pero acabé mandándolos a todos a paseo. El problema es que ahora no dejo de pensar en ello

Sé que no es muy ortodoxo empezar un artículo hablando de dinero y de duración, pero lo voy a hacer. Many Nights a Whisper cuesta tres euros en Steam y dura tan solo una hora; es decir, llegar al final del juego tan solo te llevará 60 minutos. Sin embargo, su mensaje, su diseño, lo que cuenta y lo que no, lleva acompañándome desde que lo jugué a finales del mes pasado hasta hoy.

Recuerdo que cuando me lo terminé pensé que no estaba mal, que era graciosete y que me gustaba el rumbo que estaba tomando la coalición de Deconstructeam con Selkie Harbour. Nada más. Pero un par de días después, duchándome, empecé a hacerme preguntas sobre sus personajes, sobre los deseos que me planteaban las gentes de su mundo, sobre el tema central del juego… Y así llevo dos semanas ya, como paralizado y sin saber muy bien cómo meter mis ideas en un texto o en un podcast. Y eso es guay. Un juego que te deja con muchas preguntas es síntoma de que es un buen juego. Así que tres euros, niños. Yo qué sé, compráoslo.

Many Nights a Whisper te hace jugar como un elegido con un trabajo muy concreto. Está en la cima de una montaña y lleva entrenando ahí con su maestro muchos años. Come, duerme, aprende y por la noche escucha los deseos de la gente. No ve a quienes tienen esos deseos, ellos tan solo introducen sus trenzas de pelo por un agujerito y tú decides si se las cortas o no. Si lo haces es que aceptas su sueño.

Con todo ese pelo haces que tu ballesta o tu honda (no lo tengo claro) dispare más lejos. A más pelo, más potencia de disparo. Tu trabajo es aceptar los suficientes deseos para que la flecha de fuego que tienes que lanzar con ella aterrice en un gran cuenco a lo lejos, suspendido sobre una gran columna en el mar, como se hace con las olimpiadas. Cuando lo logres, el juego se termina y se supone que todos los sueños que has aceptado se cumplirán. Así de sencillo. Pero la gracia del juego es todo lo que no se cuenta y solo sugiere.

¿Qué magia hace que todos los sueños se cumplan?¿La gente se ha dejado crecer su trenza de pelo durante años solo para que tú rechaces sus deseos? Y esos deseos, ¿cómo son? ¿Cómo es posible que hayan invertido tanto trabajo para desear chorradas como las que desean? Y eso te lleva a otras preguntas, si acepto cumplir ese deseo egoísta por las risas, ¿cómo afectará eso a otras personas? ¡¿Y mis propios deseos?! ¿Y si fallo en mi disparo? ¡Tengo que entrenar para no fallar! ¿La gente habrá ensayado tanto la forma exacta con la que contarme sus deseos como yo he tirando flechas al mar a ver si era capaz de acertar?

Esta es la magia de Many Nights a Whisper, que te deja así, haciéndote muchas preguntas muy interesantes una vez que te finiquitas el título. A provocarlas ayuda mucho la acertada duración del título, pero también el tono del juego. A priori puede parecer que tiene una escritura muy solemne, pero para nada. Tanto el maestro como la alumna hablan con descaro, se pican de vez en cuando y se recriminan cosas. También es genial cómo se usan los fundidos en negro en lugar de diseñar transiciones para irte a dormir. Eso le da al juego un carácter muy misterioso. Many Nights a Whisper parece que se desarrolla en un universo muy rico, pero solo nos dejan ver una pinceladita de ese, sin lore de más.

Por supuesto, Many Nights a Whisper no es para todo el mundo. Yo soy muy fan de Deconstructeam, adoro su trabajo, su escritura, su arte y estos jueguitos pequeños que van sacando, poco a poco, para probar ideas nuevas para implementar en su próximo gran trabajo. Essays on Empathy es de mis cosas favoritas, ¡Y qué maravilla Behind Every Great One, por favor! A mucha gente este título le parecerá simple y hasta repetitivo, tonto y muy fácil de trampear para alcanzar el objetivo final del juego; por eso yo insisto en lo de 3 euritos y 1 hora de juego. No te costará mucho abrir la mente, salir de la caja y disfrutar de una cosita que cuando te la termines dirás: "¿ya está?", pero que dos días después te sorprenderá pensando: ¿y si en lugar de disparar a ese cuenco al final, intentase apuntar a los demás? ¿Y si no aceptase el deseo de nadie? ¿Y si…? Ah, Deconstructeam, qué buenos son diseñando el postgusto de sus vinos.

Many Nights a Whisper tiene un acabado técnico muy particular. Es un 3D humilde a propósito, comedido con intención porque creo que el estudio está buscando su propio estilo en las tres dimensiones. La dirección artística sí que es potente. La acción transcurre en el Mediterráneo (o eso me ha evocado a mí), con unas noches, unos días y unas intenciones muy claras. Podéis jugarlo perfectamente en Steam Deck, donde lo he disfrutado yo, ya que no pide mucha máquina. The Red Strings Club aquí os sentiréis como en casa. Si no, tenéis una forma muy económica de conocer a este equipo creativo, uno de los más interesantes de nuestro país. ¡Que son tres euritos, hombre!