Se me ocurren pocos videojuegos de culto que no vengan acompañados por una la saga Final Fantasy.
Siempre he dicho que la versión de Final Fantasy VII: Advent Children de el propio villano al que cita. Ahora, gracias a la orquesta Distant Worlds mi sueño se ha hecho realidad y la experiencia ha sido simplemente increíble.
Un bonito homenaje al 35 aniversario de Final Fantasy
Distant Worlds nació en el año 2007 con motivo del 20 aniversario de la saga Final Fantasy. Dirigida por el galardonado Arnie Roth, una orquesta se encarga de tocar los temas más emblemáticos de la saga. No faltan las composiciones de Nobuo Uematsu, Masayoshi Soken o, en este caso, las de Yoko Shimomura, presente en el evento y a la que pude ver con gran emoción. Recordemos que se trata de la compositora de Kingdom Hearts.
Barcelona ha sido la ciudad que ha acogido el único concierto celebrado en España, al igual que ocurriera el año pasado con el Distant Worlds de Final Fantasy VII Remake. En un evento celebrado en el Auditori del Fòrum de la Ciudad Condal casi 3.000 personas nos reunimos para escuchar los mejores temas de la saga de 35 aniversario de esta y el 15 de la propia creación de la orquesta, por lo que la selección de temas distaba de anteriores ediciones con piezas creadas exclusivamente.

Divido en dos mitades, el concierto comenzaba con un popurrí de los temas de inicio que iban desde FFVI. Para terminar, un mix de todas las canciones de combate con la típica fanfarria de victoria al terminar. Nada mal para calentar, ahora empezaba lo fuerte.
La segunda parte del evento fue, sin duda, la más emotiva para mí. Empezar con Liberi Fatali fue suficiente para que un público eufórico bramara. Y no es para menos, no en vano el inicio de FFVIII es uno de los más recordados por parte de los seguidores. Sin embargo, hubieron varios puntos clave para mí. El primero fue el Aerith's Theme, suficiente para que se te pusiera la piel de gallina y las lágrimas salieran solas mientras recreabas su trágico final. El segundo, Apocalipsis Noctis.

No dudo en decir que la banda sonora de Final Fantasy XV es una de mis preferidas; me gusta incluso más que el propio juego. Si le sumamos la presencia de una sonriente Yoko Shimomura en escena, la emoción era doble y es que el trabajo espectacular del coro hacía que se te pusiera la piel de gallina. Además, tuve la suerte de presenciar todo en primera fila.
Con la emoción a flor de piel, el concierto todavía se guardaba un as en la manga. Y es que, si a lo mejor pensáis que ya os lo he contado todo, esperad. ¡Todavía no os he hablado de Final Fantasy X! No sólo tuvimos el placer de escuchar la bella To Zanarkand, sino que un poco antes la propia RIKKI, cantante de Suteki Da Ne, apareció en escena para deleitarnos con su voz y, de paso, hacernos derramar algunas lágrimas más. Para el broche final, la gran One Winged Angel.

Así se terminó un concierto que rozó las 2 horas de duración y en el que pude disfrutar de una experiencia sensorial única. La calidad de la orquesta y del coro fue sobresaliente, sin un fallo, sin perder el hilo ni una sola vez. Para mí fue una experiencia única, una que merece la pena vivir al menos una vez. También supone un bonito recorrido por la historia de una longeva saga, por la historia de los videojuegos. Os recomiendo asistir a uno si tenéis la oportunidad. Con Final Fantasy VII: Rebirth en la mira, ¡quién sabe si pronto podremos disfrutar de nuevas canciones!
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