Aunque en las últimas generaciones los títulos de SNK no han gozado de la misma posición mediática que sus competidores directos, siendo juegos como Fatal Fury: City of Wolves puede que haya llegado su momento.
Tras más de 25 años sin una continuación oficial de la licencia, Fatal Fury: City of the Wolves se presenta como la resurrección que todos los fans de Terry Bogard, Rock y compañía llevamos años esperando. Con su carismática plantilla como carta de presentación, y con unas mecánicas que parecen una cuidada mezcla de los sistemas de los actuales reyes del género, Fatal Fury: City of the Wolves consigue convertirse en uno de los mejores fighting 2D que hemos jugado en mucho tiempo… aunque en algunos aspectos siga estando un paso por detrás de sus competidoras.
REVolucionando el género
Es muy posible que, tras tanto tiempo fuera de la palestra, haya muchos jugadores que se acerquen de nuevas a la serie. Fatal Fury: City of the Wolves es un juego de lucha en 2D de corte clásico que basa su esquema de control en dos botones para puñetazos y dos para patadas, débiles y fuertes. Aunque de entrada puede parecer uno más en la larga lista de fightings que han salido en los últimos años, Fatal Fury: City of the Wolves introduce sus propios ingredientes para dar como resultado unas sensaciones diferentes con respecto a otros títulos similares.
Se podría definir Fatal Fury: City of the Wolves como una mezcla entre el ADN de SNK, SF VI y una pizca de GG: Strive
Es muy curioso acercarse a Fatal Fury: City of the Wolves como fan del género, ya que en esta entrega se ve perfectamente como SNK ha creado un sistema de combate realmente refinado, en el que se puede apreciar elementos de entregas pasadas, pero también su propia interpretación de mecánicas de juegos de lucha populares actualmente. De hecho, es algo que se puede ver, no solo a nivel jugable, sino también estético. Concretamente, se podría definir Fatal Fury: City of the Wolves como una curiosa mezcla entre el ADN de SNK, SF VI y una pizca de Guilty Gear: Strive.

Si veníamos de un Samurai Showdown con un marcado estilo cel shading, y unos KOF con un estilo 3D que no terminaba de sacar todo el partido de sus diseños anime, Fatal Fury: City of the Wolves presenta una mezcla perfecta entre ambos; es una dirección artística que acerca todo el título, desde los combates hasta los menús, a un estilo de cómic americano, y creo que aquí SNK ha dado con la tecla de una identidad visual propia y diferencial. Los diseños de sus personajes son una maravilla, así como sus fluidas animaciones y los escenarios, que son muy dinámicos y detallados. No impresiona a nivel gráfico y hay detalles como los rostros que son mejorables, pero es muy colorido y llamativo.
A nivel mecánico, Fatal Fury: City of the Wolves ofrece a nivel superficial un fighting tradicional, tanto en reparto de botones como en ejecución de sus ataques especiales (basándose en un clásico sistema de medias lunas), pero también introduce una enorme cantidad de posibilidades y elecciones que lo dotan de un sorprendente componente estratégico, incluso antes de los propios combates.

Para empezar, encontramos un interesante elemento en la barra de vida llamado SPG, que es una evolución de la mecánica TOP de Garou: Mark of the Wolves. Al principio del combate, podremos elegir si situarlo al inicio, en mitad o al final de la barra de vida; mientras la vida esté en el SPG, aumentará nuestro ataque y tendremos a movimientos exclusivos de este modo, como golpes definitivos, extensión de combos y roturas de guardia. Como podéis imaginar, esto determinará elegir en qué punto del combate nos sentimos más cómodos arrollando al rival y pasando a la ofensiva, algo que puede variar mucho nuestro estilo de combate, incluso dentro del mismo luchador; parece algo poco relevante, pero introduce un inesperado componente de variedad a los combates, ya que cambia tanto nuestra forma de combatir, como la de manejar al rival dependiendo de su elección.
Fatal Fury: City of the Wolves ofrece una enorme cantidad de posibilidades y elecciones que lo dotan de un sorprendente componente estratégico
Todo el sistema de combate se articula sobre el REV System, que de entrada recuerda mucho al Drive del título de Capcom. Tendremos una barra de REV con dos segmentos aparte debajo. Los segmentos se rellenan con el transcurso del combate, y nos permitirán hacer ataques especiales y el definitivo. Por su parte, la barra de REV se rellena si hacemos uso de ella, ya sea para defendernos o para atacar. Las acciones REV nos sirven para hacer versiones más potentes de los ataques normales, y podemos encadenarlas en dañinos combos; si lo usamos para defendernos, obtenemos un bloqueo que nos deja ganar distancia con respecto al rival. Si usamos estos recursos demasiado, y llenamos la barra al 100%, sobrecalentaremos al personaje y nos dejará vulnerables un tiempo.

Si a esto le añadimos que contamos también con varias mecánicas defensivas, como las guardias perfectas o la hiperdefensa, ataques desde otro plano o fintas, podéis imaginaros la inmensa cantidad de recursos que se abren ante nosotros. Fatal Fury: City of the Wolves, desde su primer combate, deja ver que no es un machacabotones: si no sabes lo que haces, no tienes ninguna oportunidad, algo que habla muy a favor de su componente estratégico y de toda la microgestión de decisiones que plantean sus combates. Su componente táctico no está reñido con el frenetismo, siendo luchas rápidas, emocionantes y espectaculares.
Además, su plantel inicial de luchadores es muy variado, con muchos rostros conocidos y alguna nueva incorporación (CR7 como personaje es una adición sorprendentemente buena), y, aunque muchos de ellos presentan comandos similares, son muy distintos entre sí en su manejo; aún así, va a ser un apartado que traiga polémica, ya que ha sido una selección algo extraña y con ausencias importantes. Sin embargo, el mayor logro de Fatal Fury: City of the Wolves, no es solo que se sienta genial a los mandos o lo extremadamente divertido que resulta hacerse con su jugabilidad, sino que ha conseguido encontrar una fórmula única que consigue destacar y diferenciarse del resto de referentes del panorama actual del género. Su presencia en el EVO 2025 puede dejarnos momentos realmente épicos.

Un paso por detrás
A pesar de lo que mucho que he disfrutado Fatal Fury: City of the Wolves, es cierto que SNK no se ha comido la cabeza con el argumento. Básicamente, el anuncio de un nuevo torneo King of Fighters volverá a poner en movimiento la vida de sus protagonistas, tras la muerte de Geese Howard. Para manejar la trama de sus personajes a nivel individual, Fatal Fury: City of the Wolves se atreve con un breve Modo Historia llamado Episodios de South Town, con elementos de RPG, subida de niveles y escenarios con misiones de distinto rango; aunque lo gestionaremos a través del propio mapa, podemos elegir qué combates afrontar e incluso modificadores para nuestro personaje, que iremos consiguiendo al subir de nivel y avanzar en la trama.
Es un buen modo para aprender a luchar, ya que es bastante complicado, y los distintos tipos de contiendas que ofrecen nos curtirán a la hora de dominar los básicos; nos hacen comprender las distintas herramientas a nuestra disposición de una forma muy orgánica si sabemos escuchar al juego. También es cierto que puede terminar haciéndose repetitivo y algo simple cuando lo hagamos con varios personajes (a pesar de que tiene una suerte de Nueva Partida +), y queda muy alejado de la longitud de Granblue, la espectacularidad de MK1 y de la ambición del mundo semi-abierto de SFVI.

Episodios de South Town ofrece diferentes tramas de las que vemos en el Modo Arcade, por lo que es una buena excusa para superar ambas modalidades al menos un par de veces con cada uno de los 17 luchadores disponibles de inicio. Es cierto que no aportan mucho más allá de las clásicas escenas introductorias y final, típicas en el género, pero sigue siendo la mejor forma de entrar al título y hacerse con sus mecánicas, a la vez que nos familiarizamos con sus personajes.
También encontramos el versus tradicional y uno con reglas especiales, además de su modalidad online, y es aquí donde Fatal Fury: City of the Wolves sí que introduce algo no tan habitual: además de varios tipos de contiendas, como torneos o modo espectador, introduce la posibilidad de crear clones de rivales a los que nos hayamos enfrentado online (así como de nosotros mismos). Copia su estilo de lucha, y nos permite enfrentarnos a ellos para entrenar. En cuanto al desempeño del online, aunque la prueba de fuego será durante los primeros días de lanzamiento, tardaba entre uno y dos minutos en encontrar partida, pero una vez dentro el combate iba fluido y sin cortes, además de con una opción de rematch muy ágil.

Para los más nuevos, tenemos un modo entrenamiento y otro de misiones muy básicos donde nos muestran muy parcamente las mecánicas del técnico combate de Fatal Fury: City of the Wolves. Aunque resulta funcional, se echa en falta un mayor interés en hacerlo más completo, divertido y atractivo para los menos hábiles en el género, dando una primera impresión muy abrumadora en cuanto a su complejidad. Tan solo te propone diferentes combos para cada uno, pero se echa en falta una mayor guía, sobre todo teniendo en cuenta lo exigente que resulta a los mandos.
Por fortuna, SNK sí que se ha fijado en sus competidoras a la hora de dar un esquema de control alternativo que facilita mucho la realización de combos y ataques especiales. Así, los veteranos que quieran disfrutar de sus habituales medias lunas y el proceso de entrenamiento real para dominar de forma manual el juego, tienen a su disposición un título que requiere mucho del jugador para dominarlo; con el control alternativo, se nos facilita con uno de los botones un combo especial de Acciones REV para cada personaje, a partir del cual podemos nosotros introducir especiales y alargarlo según nuestra imaginación y habilidad. No es exactamente igual que el autocombo que vimos en KOF XV, ya que no termina en un ataque definitivo, y además sube el indicador de REV, por lo que tampoco podemos abusar de él.

Teniendo en cuenta que Fatal Fury: City of the Wolves no es un juego en el que prime tanto la capacidad de realizar combos interminables, sino en el uso estratégico de los recursos y el dominio de los rangos de ataque de nuestro luchador, este esquema de control torna la experiencia en algo mucho más comprensible y disfrutable; permite que nos centremos en explorar fácilmente las fortalezas de cada personaje, y aún así deja mucho espacio al jugador para el aprendizaje de los ataques especiales y cómo integrarlos en el combo. Una estupenda adición al conjunto, y uno de los grandes logros de esta entrega para acercar este fighting más profundo al gran público.
Aunque la guerra nunca cambia, el género de la lucha sí que lo ha hecho en la última década. Los estándares actuales del mismo son muy altos, especialmente en aspectos que van más allá del núcleo puro de su gameplay. Apartados como la variedad de modos de juego, o tutoriales adaptados para que cualquiera pueda aprender a jugar de la forma más sencilla posible son ahora mismo características poco menos que obligatorias. Además, su apartado técnico, aunque llamativo y con personalidad (y con una estupenda banda sonora), también está un paso por detrás de las grandes superproducciones que reinan el fighting; por ejemplo, los menús y los es de selección son muy poco vistosos en relación al resto del conjunto, y dan una sensación de poco pulido. Sin una mayor apuesta en estos apartados, a pesar de su excelencia en lo puramente jugable, Fatal Fury: City of the Wolves seguirá siendo café para muy cafeteros. Eso sí, es café del bueno. Si te gusta el género, o eres un amante de la saga, es un auténtico imprescindible, aún con sus carencias y a falta de ver su rendimiento en el online tras el lanzamiento.
SNK ha encontrado en Fatal Fury: City of the Wolves el camino para poner en valor su legado de décadas. Con una dirección artística con gran personalidad, y una jugabilidad divertida y profunda, Fatal Fury: City of the Wolves está a la altura de los grandes a los mandos, aunque aún tiene margen de mejora en cuanto a modos de juego y accesibilidad.
Comprar Fatal Fury: City of the Wolves- Hace 25 años de su última entrega, Garou: Mark of the Wolves.
- Presenta una mezcla única entre elementos de juegos pasados y mecánicas de otros títulos más actuales del género.
- Incluye crossplay y rollback netcode.
- Tiene la posibilidad de hacer clones de nosotros mismos y de nuestros rivales del online para poder entrenar contra ellos.
- Hay dos incorporaciones algo extrañas al plantel de luchadores: Cristiano Ronaldo y el DJ Salvatore Ganacci.
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