Si te pregunto cuántos lados tiene la Gran Pirámide de Guiza lo más probable es que primero digas cuatro sin demasiado miedo a equivocarte. Tras ello, ante lo extraño de la pregunta, tal vez empieces a dudar. Algunos dirán que el truco está en decir cinco por aquello de contar la base, y otros incluso dirán tres reconociendo que ese día faltaron a la clase de geometría. En cierto sentido, ninguno tiene razón.
Sin embargo, has visto las Indiana Jones. Sabes perfectamente que las pirámides tienen cuatro lados, pero es probable que dentro de aproximadamente cinco minutos acabes como yo, sabiendo que estabas completamente equivocado y que, en realidad, la Gran Pirámide de Egipto tiene ocho lados. Nueve si cuentas también la base.
¿Cuántas caras tiene la Pirámide de Guiza? 1e6r3v
La historia sobre los ocho lados de la Gran Pirámide de Egipto empieza en 1883 de la mano de Sir Flinders Petrie, un pionero de la arqueología y la preservación egipcia al que se considera el padre de la egiptología. Fue él el que, tras muchos años viendo cómo los estudiosos sobre el Antiguo Egipto hablaban sobre ello de oídas o replicando lo que habían leído en otros libros, decidió viajar hasta allí para medir la pirámide e intentar descubrir cómo se había construido.
Lo que descubrió fue que, lejos de ser una pirámide perfecta, su estructura contaba con una depresión en el centro de cada cara: "El objeto de tal grosor extra a lo largo de la línea media de cada cara podría ser poner una línea especial de revestimiento, cuidadosamente ajustada al ángulo requerido en cada lado; y luego hacia el otro lado colocar todo el resto con referencia a esa línea y la base".

Tal y como recogió en sus anotaciones, atribuyó el ligero surco a variaciones en el espesor de los sillares, los bloques con los que se había dado forma a la estructura, o un hueco creado a conciencia para que el revestimiento se asentase en la estructura. A partir de entonces, la historia sobre cómo eso afectaba a todo el misticismo alrededor de las pirámides empezó a crecer como la espuma, pero más allá de esos círculos el detalle no trascendió demasiado. Sin embargo, en 1926 un piloto de las fuerzas aéreas británicas realizó una fotografía que resucitaría la teoría.
Lejos de ser una pirámide regular, en realidad la Gran Pirámide de Guiza es una pirámide octagonal cóncava. Una estructura que es difícil apreciar mirándola desde la base pero que, en tomas aéreas como la mostrada, puede visualizarse a la perfección. Desde el descubrimiento, el mundo de la arqueología ha pasado décadas debatiendo sobre hasta qué punto se trataba de un error o de algo completamente intencionado. Gracias a la tecnología, valiéndose de análisis topográficos modernos, fotogrametría, y estudios de arquitectura, en un estudio de 2022 se alcanzó una conclusión.
La pirámide de ocho lados de Egipto 4y1j2y
Valiéndose de análisis realizados con escaneo láser y fotogrametría con drones, los investigadores descubrieron que en realidad esas depresiones en los laterales de la pirámide pueden llegar hasta los dos metros en algunos puntos, pero que lejos de ser simétricos ofrecen un efecto óptico que lo simula dependiendo de la luz con la que se observe la estructura.
Tras analizar la estructura de la Pirámide de Keops, un detallado estudio sobre la teoría de las ocho caras intentó demostrar que, en realidad, la construcción de las pirámides no contaba con ese rasgo de forma inicial, sino que respondía al deterioro y explotación de los sillares. Según apuntaban, al desmontarse los revestimientos de piedra caliza para reutilizarlos en El Cairo, su desprendimiento había provocado la erosión que ahora simula esa concavidad.
Apenas un año después de aquél estudio, Japón llegaba al rescate para certificar lo contrario: "Las capas inclinadas, junto con la base reforzada, han resultado imprescindibles para la estabilidad a largo plazo de la Pirámide contra las severas fuerzas naturales como la alta compresión de la gravedad, los terremotos y las tormentas, señalando el hecho factible de que la Pirámide ha experimentado severas tormentas de lluvia más de 500 veces durante sus 4.500 años".
A diferencia de lo que se había planteado hasta el momento, desde teorías locas sobre calendarios alejados de la corriente más terrenal de la arqueología, hasta una forma de menospreciar aquella hazaña arquitectónica, lo apuntado por el Departamento de Matemáticas y Física de la Universidad de Kanagawa era que no había que ver los lados cóncavos como un error de construcción o un insulto a aquellos ingenieros egipcios, sino todo lo contrario: era una genialidad que nos ha permitido tener ahora esta conversación. De lo contrario, probablemente las pirámides no seguirían ahí a día de hoy.
Imagen | Andrejcie
En 3DJuegos | Las pirámides de Egipto no son las más antiguas de la civilización. Este pueblo olvidado de Perú les gana por goleada
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