Si alguna vez has tenido la necesidad de gritarle a tu jefe o algún compañero que te deje en paz para poder hacer tu trabajo en condiciones, puedes estar tranquilo. El 80% de los más de 31.000 trabajadores a lo largo y ancho de 30 países opinan exactamente lo mismo. Así lo ha demostrado un estudio de Microsoft que perseguía resolver hasta qué punto lo mucho que sube o baja la productividad de los trabajadores no es necesariamente culpa suya.
Mientras que el 53% de sus jefes apuntan que necesitan ver un pico de productividad por parte de sus empleados, la mayoría cree que no tiene energía para sacarlo adelante de la forma más efectiva posible. Apuntan a la interrupción constante en forma de reuniones, correos electrónicos y los mensajes de plataformas internas. Parones constantes que afectan a su eficiencia a la hora de terminar sus tareas y que, de hecho, Microsoft se ha parado a contar.
275 interrupciones en una jornada laboral 3m4ve
Según el estudio realizado por Microsoft el número de interrupciones diarias a las que se enfrentan los trabajadores asciende a una media de 275, incluyendo ahí también las que llegan fuera del horario laboral y que están creciendo alarmantemente a un ritmo de un 15% año tras año. El problema más allá de las horas o las interrupciones, según apunta el estudio, está en cómo esta actitud está fragmentando la productividad.
El 48% de los empleados y el 52% de los jefes reconoce que trabajar se ha vuelto especialmente caótico, que la mayoría de sus reuniones se producen pese a no estar planificadas con anterioridad, y que el número de cambios o tareas urgentes crece un 122% en los 10 minutos previos a cualquier reunión. La mala noticia no es que todo esto no tenga una solución a largo plazo, sino cómo Microsoft se lo ha hecho venir de la mejor forma posible para apuntar que las agentes virtuales acabarán con todos estos inconvenientes.
Ver 0 comentarios