¿Cuánto consume PS5 y Xbox Series? Unas sencillas recomendaciones para ahorrar energía

Modo reposo, ahorro de energía, aplicaciones de streaming y la gestión de nuestro setup entre nuestros consejos.

La nueva generación de consolas llegó acompañada de grandes expectativas sobre sus hardwares, una potencia que los jugadores ansiamos para ver hasta dónde son capaces de llegar las compañías con sus nuevos videojuegos. Pero esta potencia siempre viene de la mano de unas cifras de consumo que han llegado a preocupar incluso a la agencia de protección ambiental de Estados Unidos. Pero ¿cuánto consumen realmente nuestras consolas y qué opciones nos permiten ahorrar en la factura de la luz?

A grandes rasgos, tal y como nos indica el test de consumo de PS4 PRO, que se movía entre los 40 vatios de consumo a bajo rendimiento y los 170 a toda potencia. Hay que tener en cuenta, que a lo largo de la generación estas cifras pueden aumentar con determinados juegos.

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El caso de Microsoft es algo más complejo, puesto que ha encarado la nueva generación con dos consolas diferentes que buscan cubrir distintos nichos de mercado. Xbox One X, que se mantenía en un consumo de más de 70 vatios a bajo rendimiento, superando los 190 vatios cuando buscábamos unas altas exigencias.

Aunque hablemos de cifras generales, cada juego puede llevar a las consolas a reflejar cifras de consumo diferentes, llegando incluso a ser más eficientes que sus modelos anteriores moviendo juegos de la pasada generación. En las pruebas realizadas por Marvel's Spider-Man: Miles Morales consumiría poco más de 200 vatios, con ligeras diferencias entre sus modos de rendimiento y fidelidad.

Xbox Series X también refleja una mayor eficiencia en los juegos de pasada generación, consumiendo 151 vatios con Rise of the Tomb Raider, frente a los 170 vatios que consumía Xbox One X con este mismo título. Si apagamos ambas consolas por completo, PS5 sigue consumiendo 1.3 vatios, mientras que Xbox Series X oscila por debajo de los 2 vatios.

El modo reposo de reanudación instantánea en Xbox Series X consume unos 29 vatios, una cifra que nos anima a emplear el modo de ahorro de energía, que Nintendo Switch, con unos consumos que giran en torno a los 10 y 18 vatios, tal y como recoge el registro de Energy Use Calculator.

Pero si lo que queréis es reducir cada vatio posible, tenéis que tener algunas cosas en cuenta. Es posible que tengáis una Smart-TV, o en su defecto algún dispositivo como Apple TV o Amazon Fire Stick, sin embargo, vuestras consolas también cuentan con reproductores de plataformas de streaming como Netflix, HBO Max, Amazon Prime, Twitch o Disney Plus. Debéis saber que vuestras consolas pueden llegar a consumir entre 10 y 25 veces más energía que cualquiera de estos dispositivos, según los datos compartidos por NRDC.

Algo que resulta una obviedad, pero debéis de tener en cuenta cuando preparéis vuestro 'setup', es el consumo de los dispositivos asociados a vuestras consolas. En la mayoría de ocasiones, el tamaño de vuestro televisor, optando entre una gran pantalla o un monitor desde el que jugar más cerca, puede verse determinado por una cuestión de espacio, costumbres o gasto inicial en la pantalla, sin embargo, va a repercutir directamente en el consumo. Del mismo modo, si empleamos el sonido de la televisión, usamos un gran equipo de sonido envolvente o unos auriculares, tendrá un impacto directo en el gasto energético.

En cuanto a los dispositivos y periféricos con los que jugáis a vuestra consola, es muy habitual que estén conectados a la misma regleta. Esto puede suponer un desperdicio en muchas ocasiones si no elegís la regleta y la colocación adecuada. Nuestra recomendación es que escojáis un tipo de regleta que os permita desenchufar parcialmente vuestros equipos. Si habéis dejado vuestra consola en modo reposo porque pensáis descargar alguna actualización y para no apagarla, mantenéis todo lo demás conectado, podéis seguir generando un pequeño gasto involuntario. También podréis encontrar regletas con encendido y apagado desde interruptores de pie, para facilitaros la costumbre de desconectar el conjunto.

En cualquier caso, debéis tener claro que estos no son más que pequeños gestos que pueden ayudaros a ahorrar energía y tener una mayor conciencia del consumo energético de vuestros equipos, pero que no cambiarán drásticamente vuestra factura de la luz. Sin embargo, puede servir para que, si no estáis acostumbrados, empecéis a revisar con mayor regularidad el consumo que os rodea, ayudando a unos buenos hábitos energéticos que os acompañen en vuestra vida.