Quizás ya no tanto en taquilla, pero en plataformas es indudable que hay artistas de Hollywood que aún son capaces de convertir en éxitos superproducciones que de cualquier otro modo habrían pasado con más pena que gloria por los rankings de audiencia. Jennifer Lopez es una de esas estrellas, lo demostró en 2023 con el thriller de acción genérico de La madre, y busca volverlo a hacer ahora con un proyecto de ciencia ficción de 100 millones de dólares bautizado como Atlas.
Atlas no es solo el nombre de la película, sino también del personaje al que interpreta la cantante de origen puertorriqueño, una analista antiterrorista con pavor a las IA que por motivos de guion se verá obligada a confiar en una de estas para cumplir una misión donde el sino de la humanidad está en juego, teniendo que recorrer un planeta lejano en un robot tipo mecha. Vamos, una trama bastante sencilla de entender que sirve de excusa para hacer un par de cosas que nos encantan a los fans del género: visitar mundos futuristas y/o alienígenas, y ver secuencias de acción vertiginosas y sí, también fantasiosas.
Otra IA con ganas de matarnos a todos en la Tierra
El problema, claro está, es que a todo esto hay que darle un empaque narrativo y, muy a mi pesar, la cinta dirigida por Brad Peyton (Proyecto Rampage), siguiendo un guion de Aaron Eli Coleite y Leo Sardarian, termina por perderse en un mar de emociones intrascendentes y bastante previsibles. Su historia parece ser una nueva advertencia sobre el peligro de las inteligencias artificiales, nada que no hayamos visto ya en Terminator, The Matrix y otras grandes sagas, pero también invita a trata de estrechar vínculos con ella por su capacidad para hacer el bien.

Lo primero me aburre. Está bien que nos avisen sobre los posibles excesos de las IA, y más en el momento en el que nos encontramos, pero su representación a través de un villano tan caricaturesco por parte de Simu Liu (Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos), como si fuera un nuevo modelo de Terminator de Skynet, no me dijo nada. Es malo, punto, y quiere acabar con nosotros porque le faltan varios tornillos y es la única forma de salvarnos a todos. Sin embargo, la segunda parte del mensaje creo que sí está mejor resuelta, y es ahí donde sus responsables consiguen que este largometraje no fracase por completo.
Con un mando en las manos, igual habría mejorado
Nuestra experimentada protagonista tiene un pasado trágico que no logra interesarme, pero que sirve de excusa para tener que comerse sus palabras y empezar a interactuar con un programa informático de nombre Smith que nos regalará alguna que otra sonrisa pero, sobre todo, secuencias de acción que parecen sacadas de un videojuego de acción-shooter y ciencia ficción en la que los 100 millones de dólares de presupuesto se notan, si bien ahí agradecería que estas hubieran estado mejor montadas y algo más refinadas en su CGI.

Y es que Atlas no esconde en ningún momento que se ha fijado en algunos lanzamientos de la industria para crear estas escenas. Hay un momento, por ejemplo, que me hizo acordarme de esas veces que íbamos explorando mundos desconocidos en Titanfall, con momentos de tiroteos y mucho ritmo como si estuviéramos en una batalla multijugador.
Gracias a esos minutos. puedo decir que las dos horas de metraje no me han parecido tediosas. ¿Muy intrascendentes? También. Dudo que me anime a un segundo visionado y olvidaré lo visto más pronto que tarde, pero a fin de cuentas Atlas no deja de ser un film palomitero hecho para disfrutar en grupo que posiblemente encontrará más éxito que la anterior apuesta de Netflix por las batallas en mundos distantes, Rebel Moon 1 y 2 de Zack Snyder.
En 3DJuegos | Crítica de Furiosa, una historia de Mad Max. Esta es la película épica, sucia, exagerada y violenta que el mundo necesita
Ver 1 comentarios