¡Huelga! Según informa la prensa de EE.UU., más de 11.000 del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos pararán su actividad en los próximos días, una medida a la que ya se recurrió en 2007 con resultados dramáticos para la producción de muchas series de televisión.
En aquel año el parón fue tan grande, de unos 100 días, que afectó a algún que otro proyecto cinematográfico de peso que nunca llegó a ver la luz (Justice League: Mortal). No obstante, sus efectos se centraron en la industria de televisión, provocando el retraso en los estrenos de multitud de series, mientras otros shows apostaron por temporadas mucho más cortas.
Se calcula que la huelga de 2007 causó daños económicos por valor de 2.000 millones de dólares solo en el sur de California, donde reside buena parte de estas producciones, dejando en paro a multitud de trabajadores indirectos. Por ahora, las consecuencias de este nuevo parón se desconocen, teniendo en cuenta lo mucho que ha cambiado la industria desde aquella temporada, aunque sus primeras víctimas no se han hecho esperar: los los late-night shows
El cambio de las plataformas de streaming
De hecho, es el auge de las plataformas de streaming una de las causas de esta convocatoria, al haber provocado un cambio no solo en el consumo de TV, sino en la forma de hacer televisión por los grandes titanes de la creación de contenidos. Así lo explica CNN en su información de hoy:
"Los guionistas recibían una remuneración residual cuando un programa escrito por ellos se vendía para volver a emitirse en sindicación o por cable básico. Ha sido una importante fuente de ingresos para muchos guionistas a lo largo de los años. Pero es poco probable que reciban una remuneración residual significativa, si es que reciben alguna, cuando crean contenido original para servicios de streaming, tal y como están los contratos hoy en día".
En otras palabras. Los guionistas acusan el desgaste de la era del streaming, con los estudios apostando por producciones de temporadas más cortas y pagos residuales más pequeños, por lo que piden un aumento de salarios y una mayor participación en los beneficios entre otras mejoras y regularizaciones, incluida una que busca atajar el uso de las inteligencias artificiales. La industria no parece dispuesta a ceder en todo, por lo que el asunto va para largo.
El panorama de los gigantes del entretenimiento tampoco es positivo, con muchas compañías ajustando gastos, como la propia The Walt Disney Company.
Imagen | Writers Guild of America
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