Han pasado 21 años desde el estreno de El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo, la primera entrega de una trilogía basada en la obra homónima de J.R.R. Tolkien que todavía hoy nos sigue maravillando. Y no es para menos, Peter Jackson logró lo que era impensable para muchos fans de la época, recrear en cines toda la épica y solemnidad de un vasto mundo de fantasía al mismo tiempo que acertaba de pleno con todos los actores escogidos para el reparto.
Gandalf, Sam, Merry, Pippin, el elfo Legolas, el enano Gimli, Boromir, Aragorn y, por supuesto, Frodo, nos dejaron una huella a muchos espectadores, y nos emocionaron con sus desventuras y sus tragedias por la Tierra Media. Pero hoy no venimos a volver a elogiar la película, de la que habrá tiempo más adelante, sino a quedarnos con una pequeña curiosidad de la saga de la que quizás no os hayáis dado cuenta. Tras poner toda la atención sobre el bastón de Gandalf hace unos días, hoy queremos quedarnos con la escena del Concilio de Elrond.
"El anillo debe ser destruido y uno de vosotros deberá hacerlo". La pregunta es, ¿quién? Es ahí cuando Frodo da un paso adelante y se ofrece para tal misión suicida, reuniendo ante él un escuadrón con algunos de los mejores hombres, elfos y enanos de toda la Tierra Media que se ofrecen, tras una pequeña frase, a acompañar al pequeño hobbit hasta el mismísimo Monte del Destino, y eso incluye a Legolas que le dice, de forma muy escueta, "Y cuenta con mi arco".
"Y cuenta con mi arco"
Resaltamos estas palabras del elfo sindar porque son, de hecho, las únicas que le dedica a Frodo en las más de nueve horas que dura las tres películas de El Señor de los Anillos (casi 12 si hablamos de las ediciones extendidas). Legolas exclama esta oración justo después de que lo hiciera Aragorn, quien hace su juramento de lealtad al Portador del Anillo con un "Tienes mi espada" como gran cierre.

No hay más diálogo entre ambos a lo largo de la venerada franquicia. Es más, existe una teoría entre los seguidores de El Señor de los Anillos que la relación entre Frodo y Legolas fue tan estrictamente profesional que Bolsón nunca llego a saber cuál era el nombre de arquero. Dicha "ida de olla" se basa en que cuando un herido Frodo despierta al final de El Retorno del Rey, este pronuncia el nombre de quienes le visitan en el lugar a excepción de tres, Merry, Pippin y Legolas. Sí lo hace de Gandalf, Gimli y, aunque la música no lo deja escuchar, Aragorn.
Evidentemente, todo esto tiene una explicación bastante sencilla. Aquellos familiarizados con el desarrollo de la trilogía ya sabrán que los caminos de Frodo y Legolas se separan rápidamente. Al final de la primera parte, uno parte en dirección sur acompañado solo por Sam mientras Aragorn, Legolas y Gimlin terminan yendo a Rohan para los eventos que viviremos en Las dos torres. En resumen, los dos personajes evolucionan en paralelo y solo se encuentran al final, aunque un pequeño "Legolas" al final por parte de el hobbit no habría estado mal.
El Señor de los Anillos continuará en cines este próximo año con el estreno de la cinta de animación de La Guerra de los Rohirrim. Por su parte, en televisión estamos a la espera de tener fecha para la segunda temporada de Los anillos de poder, una serie ambientada varios siglos antes para Prime Video.
Fuente | Sensacine
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