Mucho se está hablando estas semanas sobre el futuro de abandonando el cargo de director ejecutivo.
El fundador de Netflix dejó de ser su CEO hace unos meses
Su marcha, aunque esperada, fue muy comentada, confirmando así el fin de una era donde Netflix, con su apuesta prácticamente pionera como servicio de vídeo bajo demanda, supo ganarse el cariño de la audiencia al ofrecer una opción muy asequible de consumir cine y series por televisión. También hizo muchos amigos al rescatar series canceladas que no encontraban su sitio en la televisión lineal. Ahora, sin embargo, el público está más receloso que nunca con la compañía y su excesivo afán por las cancelaciones de series muy queridas.

De estos temas hemos hablado en más de una ocasión recientemente. Pero hoy queremos optar más por un regreso al pasado, a aquel 1997 donde Netflix, como otros grandes gigantes de hoy en día, daba sus primeros pasos.
La historia de la multa de Blockbuster, un filón publicitario
Esa historia, en el caso de Netflix, no parece estar del todo clara. Durante muchos años se dijo que Red Hastings tuvo la idea de crear la empresa por un motivo muy claro: la irrisoria pero molesta multa de 40 dólares que recibió por devolver tarde una película en Blockbuster. ¿Y es verdad? Bueno, Marc Randolph, quien le acompañó en esa aventura en los primeros años abandonó la compañía en 2002, aseguró en una posterior charla que esta historia era simple ficción publicitaria, una que ponía en valor el buen trato al de Netflix frente a una de sus más férreas competidoras por aquellos años, hoy extinta.
Marc Randolph tildó la anécdota de ficción publicitaria
Años más tarde, Hastings dijo que Netflix se basó en un problema matemático sobre el ancho de banda que implicaba resolver el volumen y la distancia recorrida. ¿Y la versión oficial? A Reed Hastings y Marc Randolph se les ocurre una idea para alquilar DVD por correo siguiendo el modelo Amazon. "Para comprobar su viabilidad, prueban a enviarse un DVD a sí mismos. El disco llega intacto, y así nace Netflix".
De esta forma, y al contrario del saber popular, Netflix no se creó como una vendetta de un molesto por una multa, sino más bien como un intento de dos jóvenes por replicar el éxito que empezaba a tener Amazon que, tras ver cómo se podía mandar DVD sin poner en riesgo el producto del interior, vieron un nicho de mercado. Todo lo que llegó después es de sobra conocido.
Poco antes del cambio de siglo, Netflix lanza una tarifa plana que permitió alquilar un número ilimitado de DVD sin fechas de entrega o penalizaciones por retrasos que, en 2007, terminaría permitiendo a los s ver contenidos por streaming. Poco a poco, y ante el desinterés por esta nueva tecnología mostrado por otras empresas del sector, Netflix se convirtió en un coloso que a día de hoy está en el top de gasto en contenidos sin tener los 100 años de historia de Warner Bros. Disney, Universal, etc. Por cierto, la película por la que supuestamente multaron a Hastings tiene nombre: la genial Apolo 13, con Tom Hanks.
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