El teletrabajo alcanzó su punto más alto en 2020 y 2021, años en los que la COVID-19 obligó a muchas empresas tecnológicas a redireccionar su apuesta laboral. A raíz de aspectos como el confinamiento, firmas de la talla de recorre el mundo los próximos 3 años.
Así, el auge del teletrabajo se tradujo en un aumento del interés en plataformas como Zoom, el gigante de videollamadas que no atraviesa su mejor momento, o de espacios como WeWork, el proveedor principal de espacios de coworking del mundo. Tal fue la relevancia de este último que, en su momento más álgido, llegó a contar con una valoración bursátil de 47.000 millones de dólares. Y hoy, apenas unos años después, está a escasas semanas de declararse en bancarrota.
El regreso a las oficinas ha hecho mella en el gigante del teletrabajo
Al parecer, los espacios de trabajo compartido no atraviesan su mejor momento. Según recoge Ars Technica, los integrantes de WeWork vieron cómo sus acciones cayeron cerca de un 50% en apenas un día, una situación que les ha llevado a contar con un valor que roza los 60 millones de dólares. De esta forma, los últimos años de la firma han sido extremadamente delicados, y la situación actual que atraviesa solo acentúa el momento tan extremo que está atravesando.
Así, la caída de WeWork le llevó a perder lazos con firmas de la talla de IBM y Microsoft, entidades que apostaban por los espacios de esta firma para que sus trabajadores desarrollasen sus funciones. En 2022, la compañía perdió 2.300 millones de dólares, y en los seis primeros meses de 2023 perdió casi 700 millones de dólares. Por tanto, después de alcanzar una valoración bursátil histórica, apenas unos años después se encuentra a escasos días de declararse en bancarrota, una situación que demuestra lo cambiante que es la industria tecnológica.
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