La compañía busca huir de las exclusividades y expandirse por Occidente.
El ejercicio fiscal 2018 ha concluido, y compañías como Sega se reúnen con sus inversores para hablar de sus cuentas y filosofías para el próximo año. El informe presenta algunas dificultades, pero la cúpula directiva planea tomar una dirección más segura para el futuro inmediato: en 2019, se centrarán en IP existentes y continuarán explorando caminos que han dado buenos resultados, como llevar sus juegos a PC y crecer a través de Steam. También se menciona brevemente que trabajarán con consolas "de actual y nueva generación" y "otras plataformas", tal vez en referencia a PS5 o incluso Stadia.
Un razonamiento que nos parece poco menos que necesario si tenemos en cuenta que —a pesar de haber conseguido un aumento de ventas— las ganancias de la compañía bajan por segundo año consecutivo, en un 70% y hasta los 23,82 millones de dólares. Sega justifica este fenómeno con fallos de cálculo, saturación de juegos en desarrollo, retrasos, competitividad en el mercado y mal desempeño de juegos en formato digital y máquinas de juego en Japón.
El año pasado, Sega lanzó juegos como Mega Drive Mini y no nos extrañaría ver una Saturn Mini en el futuro también.