Si menciono las palabras "juego de móviles", muchos estaréis tentados a cerrar la pestaña y seguir navegando en busca de descubrimientos más interesantes. Los lanzamientos habituales en esta plataforma han hecho que Waven, más que un "juego de móviles", es un "juego que también sale en móviles". La diferencia es tan sutil como importante.
No es nada de lo que esperas de un juego de móviles
Bajo un apartado artístico precioso que derrocha la personalidad que lleva años caracterizando los juegos desarrollados por Ankama, se esconde un RPG de construcción de mazos de lo más interesante. Un juego de combate por turnos basado en cartas que nos ofrece una cantidad abrumadora de contenido combinando misiones principales, tareas secundarias, estructura de progresión PvE y posibilidades de enfrentarnos a otros jugadores en PvP. No todas estas opciones estaban disponibles en la demo que he podido probar estos últimos días. Sin embargo, no hacía falta ser el periodista de videojuegos más astuto para ver cuánto potencial tenían estas ideas.
Lo primero que ves cuando te pones a los mandos de Waven no dista mucho de lo que esperarías de un juego de móviles. Un tutorial un tanto absurdo que te lleva de la mano durante –afortunadamente– solo unos pocos minutos. La estructura, un mapa en forma de 'overworld' que divide el mundo en pequeñas islas, tampoco es tan diferente de lo que esperaríamos ver en "un juego que también sale en iOS y Android". Sin embargo, en cuanto desembarcamos en uno de estos parajes se empieza a ver el cariño de una desarrolladora especializada en diseñar mundos. El aspecto amigable de los personajes que pueblan los territorios de tierra firme y su humor desenfadado dota al conjunto de un magnetismo especial.

Será habitual que en las interacciones con los NPC –que no funcionan muy bien en esta demo debido a lo que parecen ocasionales fallos de conexión– nos saquen una sonrisa. Sus nombres, conversaciones y otros detalles están diseñados para crear una experiencia ligera y poco cargante. Es perfecta para sesiones cortas y no desentona si, como yo, queréis jugar un par de horas seguidas. Hay un buen ritmo con un bucle formado casi siempre por unos pocos segundos de conversación que dan paso a combates que duran menos de cinco minutos. Para romper la monotonía, podemos explorar los territorios. No son demasiado extensos y se echa de menos algo más de recompensa al hacerlo, pero debido a su estética resulta casi inevitable querer mirar hasta en el último rincón.
Waven es un juego bien empaquetado, consistente con sus ideas y también con una selección musical muy llamativa. También es interesante el combate. Lucharemos en un tablero dividido en 49 casillas a través del cual debemos desplazarnos para atacar a los enemigos. Combinaremos ataques básicos con un sistema de lanzamiento de hechizos que queda limitado por la utilización de energía. Cada habilidad mágica gastará cierta cantidad de maná y, aunque podemos usar un par de trucos, lo cierto es que será muy raro que lancemos más de dos hechizos por turno. Aquí es donde viene, quizá, esa parte que menos destaca de la demo pero que tiene margen de sobra para mejorar de cara a un lanzamiento definitivo todavía sin fecha.

Cuando empezamos a jugar a Waven, el sistema de combate es poco imaginativo. La mayoría de los hechizos simplemente hacen daño a un objetivo o en área, sin demasiados efectos secundarios o combos que podamos activar. Da la sensación de que no puedes llevar a cabo esos movimientos espectaculares que caracterizan una buena partida de un juego de construcción de mazos. Los costes de maná son elevados, las habilidades pasivas brillan por su ausencia y las mejoras no terminan de llegar a un ritmo satisfactorio. Sin embargo, la mayoría de estos fallos están relacionados con la propia construcción de la demo, que no incluye misiones principales y ralentiza de forma considerable nuestro progreso.
Lo cierto es que me dio cierta rabia no poder probar todo este potencial. No solo se trata de que me deja sin esas conclusiones tajantemente positivas que siempre apetecen cuando hablas de un buen juego, también del hecho de que me apetecía de verdad poder probar las características más avanzadas. Hay muchos sistemas que apuntan a la personalización del estilo de juego y a la creación de grandes combos, aunque su éxito siempre quedará supeditado a qué tan bien se ajuste la curva de progresión en una versión final que todavía no tiene fecha de lanzamiento. Lo bueno, eso sí, es que todas las soluciones ya están en el título y basta con algunos ajustes para sacarlas a relucir.
Pese a que es un juego gratuito "que también está disponible en móviles" y apuesta por una mecánica tan proclive a la preocupación como la construcción de mazos, los desarrolladores han prometido que no habrá mecánicas 'pay to win', estando el avance ligado únicamente a nuestras horas de juego y la monetización a los contenidos cosméticos. Además y aunque no siempre es garantía, Waven también se estrenará en PC contando con un sistema de progresión cruzada para que podamos disfrutar del título desde donde queramos. Lo cierto es que me apetecía a volver a decir esto sobre un juego de iOS y Android, pero no por ello estoy siendo menos sincero: tengo muchas ganas de que llegue su lanzamiento definitivo
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