El proyecto estaba siendo tan ambicioso que cancelaron la idea inicial y así nació el sandbox de los hackers.
Es curioso conocer las ideas que tienen los equipos creativos antes de concebir nuevos juegos. Uno de esos casos es el de mítica saga Driver, uno de los juegos de conducción más populares de la PlayStation original. Así lo cuentan desde VG247.
La ambición del estudio llevó del reinicio de Driver a un juego sandbox con identidad propia
La propia Ubisoft tenía los derechos de la marca tras haber adquirido Reflections y estaban inmersos en el desarrollo de Driver San Francisco cuando comenzaron a llegar ideas sobre un nuevo desarrollo. Así nació Watch Dogs que, en principio, iba a ser un reinicio de la saga Driver, con un nuevo enfoque a las carreras y persecuciones que engrandecieron la serie. Pero el proyecto de Ubisoft Montreal estaba siendo tan ambicioso que no paraban de añadir nuevos elementos y cada vez se parecía menos a un juego de conducción solamente; por lo que decidieron ir más allá, convertirlo en sandbox y hacer su propio GTA.
Con esa idea en mente, en Ubisoft quisieron tener una identidad propia para que no fuera un juego clónico a GTA, y así se introdujo el hackeo y los demás aspectos que han convertido a Watch Dogs en una saga de éxito. Pero es curioso cómo nació de las cenizas de Driver, ya que aparentemente, y si comparamos el resultado final, no tienen mucho que ver entre sí, más allá de la velocidad y los escenarios.
Ubisoft ha seguido apostando por su "GTA particular" y hace unos meses se estrenó nuestro análisis.