Llegó en medio de los que están considerados como dos de los mejores 'remakes' en la historia de los videojuegos para convertirse en la excepción que confirmaba la regla. Siendo un juego fantástico y uno de mis favoritos de la saga, resulta muy fácil criticar a Capcom a lo largo de los últimos años, ya que la mitad de las quejas hubieran desaparecido si se hubiera estrenado a un precio algo más ajustado. A mi lo que me dio rabia no fue su escasa duración ni las zonas eliminadas con respecto al juego original. Lo que me molestó es que con él se perdió una última oportunidad para hacer algo increíble.
Aviso de Spoilers: A continuación hablaremos sin tapujos de la trama de Resident Evil 3 Remake.
Resident Evil 3: Remake era una última oportunidad
Las palabras "Raccoon City" y "Umbrella" son las dos que más rápidamente asociamos a la saga Resident Evil. La farmacéutica ha aparecido decenas de veces a lo largo de la franquicia e incluso ha habido juegos cuya trama se ha desarrollado en las instalaciones de la empresa. Sin embargo, la ciudad ha tenido una presencia poco más que testimonial. Se menciona en infinidad de ocasiones y es fundamental en el 'lore', pero ningún juego principal (obviando Resident Evil 3) nos permite explorarla. Es un lugar que los fans solo podemos descubrir a través de spin-offs.
Son los juegos menos relevantes de la saga los que han cargado con la tarea de contarnos cómo era Raccoon City y creo que es mucho más peso del que pueden cargar. Resident Evil: Operation Raccoon City hace un trabajo mucho más mediocre al supeditar su construcción de escenarios a las necesidades de un juego de acción. He pasado toda la vida con ganas de ver más de esta zona, pero no parece que la franquicia quiera enseñarnos la ciudad.
- Resident Evil 0: Centro de Formación en las Montañas Arklay
- Resident Evil 1: Mansión Spencer en las Montañas Arklay
- Resident Evil 2: Comisaría en Raccoon City
- Resident Evil 3: Raccoon City
- Resident Evil Code Verónica: Isla Rockford

Resident Evil 3: Remake era la gran oportunidad, porque la primera hora de historia se desarrolla en las calles de Raccoon City. Sin embargo, el juego no le da a esta zona el carácter especial que en realidad tiene. Esto siempre me ha chirriado, ya que el juego salió dos décadas después del RE3 original y los desarrolladores lo construyeron sabiendo que la franquicia jamás volvería a hacer una parada tan importante en esta localidad. Además, darle un mayor protagonismo también haría que su destrucción al final del videojuego tuviera más peso. Todo el juego gira en torno a un evento que, si bien cobra importancia debido a nuestro interés por los personajes, podría ser mucho más demoledor si realmente conociéramos esa ciudad que está a punto de ser destruida.
En este sentido, creo que la saga Resident Evil se hubiera beneficiado de aprender de otro survival horror. The Evil Within 2 hace un gran trabajo a la hora de combinar las zonas de mundo abierto con la atmósfera de terror. No le hubiera pedido al juego un trabajo de proporciones bíblicas, pero sí poder visitar más establecimientos o tener que completar algunos puzles mientras Nemesis me persigue. Una excusa para descubrir más de los habitantes de la ciudad y de esta zona que íbamos a dejar atrás, para siempre, apenas unas horas después. Cuando estamos huyendo en el helicóptero uno puede pensar en Kendo, pero no hay ningún otro personaje cuyo destino parezca quedar sellado con la explosión de la bomba.
Lo cierto es que resulta fácil entender por qué Resident Evil 3: Remake no se comprometió con la idea de darle mayor protagonismo a Raccoon City. Capcom solo le dedicó tres años de trabajo lo que, si bien no estaba mal para hacer un juego muy sólido que partiese de la premisa del original, no era suficiente como para llevar a cabo grandes ampliaciones. Desde la desarrolladora tampoco vieron motivos para ello, pues el videojuego se estrenó de la mano de un multijugador llamado Resident Evil: Resistance. Este proyecto paralelo no tuvo demasiado éxito y, aunque no le robó recursos al desarrollo del remake, seguramente ayudó a que la empresa sintiese que ofrecía el contenido suficiente.

Los juegos no deben valorarse por lo que nos gustaría que fueran, si no por lo que realmente son. Resident Evil 3: Remake tiene un ritmo frenético, una jugabilidad divertida y es de esos títulos que da gusto pasarse en una sola sentada. Es perfecto para que incluso alguien como yo, que rara vez revisita juegos ya completados, vuelva de vez en cuando. Lo que me duele es que, como me gustó mucho, me supo a poco. Además, no puedo evitar esa sensación de que esta iba a ser la única oportunidad que la saga tendría para mostrarnos eso que tantas ganas tenía de ver. La franquicia ahora sigue otro camino y tenemos por delante tanto el lanzamiento de Resident Evil IX como el de nuevos remakes.
Los rumores dicen que el propio Resident Evil 9 podría ser un juego de mundo abierto y, aunque eso seguro que me hace lamentarme más por no haber tenido algo parecido en este remake, también puede servir para saldar una deuda con la saga. Habrá que ver cómo se adapta la franquicia al cambio si es que ocurre, porque mantener la tensión y el ritmo es mucho más difícil en zonas abiertas. Yo desde luego no pienso perdérmelo y, si todo sale bien, recurriré al típico "os lo dije".
Ver 10 comentarios