Mirando cualquier cómic puedes entender que los nuevos gráficos de Pokémon en Nintendo Switch 2 no solucionan su problema real 201b5j

Con la llegada de Nintendo Switch 2, Game Freak ha liberado un parche generacional que mejora la resolución y rendimiento del RPG 1z42g

¿Sabías que los Pokémon de Escarlata y Púrpura tienen texturas en el cuerpo? Algunos simulan pelo, y otros, escamas. Suena a tontería, pero la realidad es que se trata de un detalle casi imposible de apreciar porque hasta ahora esos juegos se veían horrorosamente mal. El apartado técnico fue un auténtico varapalo en su momento. Y lo digo como un fiel defensor de la novena generación —adoré todo lo tocante a sus criaturas, movimientos o habilidades.

Con la llegada de elevar los gráficos de ambas versiones del juego tanto en términos de resolución como de fluidez. Eso significa que no solo puedes ver en el pelaje de tus Pokémon en todo su esplendor, sino que también decimos adiós por fin a aquellas infames escenas del molino y de la escuela en las que todo se movía a dos o tres cuadros.

Ni que decir tiene que la actualización gráfica es una excusa igual de buena que cualquier otra para darle una nueva vuelta a Pokémon Escarlata y Púrpura, que es ni más ni menos que lo que he estado haciendo últimamente. ¿Qué tal ha salido el experimento? Cualquiera que tenga la consola podrá decírtelo, pero la realidad es que es una mezcla de cosas buenas y malas.

Al César, lo que es del César: como ejercicio de actualización, esto está intachable. Uno siente que está prácticamente redescubriendo el juego. Se han ido al fin aquellos dientes de sierra y las inestabilidades de las que te hablaba más arriba, y a cambio hemos recibido más criaturas renderizadas en casi cualquier instancia del mundo abierto y tiempos de carga rapidísimos. Todo eso está genial.

Por supuesto, también podemos razonar que el juego debería haberse visto así desde el principio, como mínimo; pero ese es un tema ético que tal vez sea más adecuado para otro momento. El caso es que, desafortunadamente, estos cambios no lo arreglan todo. Porque los gráficos de Escarlata y Púrpura siempre han tenido un problema técnico, pero no han tenido solo un problema técnico.

Por qué no es satisfactorio artísticamente 5m114a

Era uno de arte, y de cómo estaba construido el mundo. Piensa en lo siguiente: en un cómic, todo —personajes, mundo e incluso efectos— está unificado en lo visual mediante trazos negros de tinta contorneando cada forma; que es también la razón por la que a veces los superhéroes se ven algo más ridículos o fuera de lugar en un live-action que ya de por sí también se ha editado con VFX.

El cómic de la izquierda te puede gustar más o te puede gustar menos, pero su arte está incuestionablemente cohesionado y es creíble dentro de su contexto porque cada elemento de la ilustración está delimitado por el mismo lenguaje de texturas, patrones, trazos, paleta cromática, flexión y escala tridimensional. Tu cerebro asimila la imagen como una pieza unificada, y en ese mundo el Capitán América cobra sentido porque se ve como todo lo demás.

Por otro lado, el traje de Superman de Tyler Hoechlin en la derecha puede parecerte chirriante porque la ropa real no está definida así y los parches tampoco tienen ese contraste de luces y sombras: quizá lo encuentres más artificial que un dibujo, a pesar de que sea una persona de carne y hueso.

De manera similar, diría que en los últimos juegos de Pokémon hemos tenido escenarios acartonados que no complementan en absoluto el código visual de las criaturas que protagonizan el juego. Hay un contraste muy claro al ver mi personaje montado a lomos de Koraidon, una criatura de colores vivos con plumas y escamas y toda clase de detalles, sobre un fondo acartonado monocromo de una montaña o pradera sin apenas textura, sombreado, ni carga poligonal.

Esas deficiencias más o menos se camuflan en Ciudad Meseta, porque si bien sigue siendo feúcha, al menos complementa esos colores y formas que a menudo nos faltan en las rutas del mundo abierto. Creo que varios de los juegos más antiguos que ni siquiera estaban en 3D, como Oro y Plata, lo hicieron mejor en lo que al arte respecta (y en varias áreas más, en realidad) con aquel Japón suburbano de la década de 1990 lleno de folklore y de un mundo afín al arte de Pokémon.

Al final del día, el parche generacional ha solucionado solo la mitad del trabajo. Para que el juego se viese realmente bien habría que corregir también esos valles y montañas pobres y planos que tanto desentonan con la textura y la riqueza de detalle que tienen todos los personajes, humanos o Pokémon, con los que nos cruzamos a lo largo de la campaña. ¿Es realista desear eso? No, porque implica unos esfuerzos de desarrollo que no tienen sentido para un título de 2023.

Diría que Escarlata y Púrpura han mejorado mucho gracias a este parche generacional, pero el tipo de arreglos que ofrece, por sólidos y convincentes que sean (porque lo son) no pueden corregir problemas que son de diseño en su naturaleza. ¿Es esto una decepción? Bueno, no: quienes aún disfrutan del coleccionismo o del apartado competitivo hasta que llegue Pokémon Champions tienen motivos para estar contentos.

Porque no es ya solo una cuestión de que se vea decentemente, sino también de que las pantallas de carga y transiciones sean más rápidas; o que al presionar el botón X el menú in-game cargue al instante. Tres cuartos de lo mismo para abrir el pícnic o cargar los modelados 3D de los Pokémon guardados en las cajas del PC. Aún no he participado en incursiones, pero entiendo que también sufrirán menos ralentizaciones. Es un juego más ágil y disfrutable, vaya. Pero bonito, no.

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