Cuando en este shooter muere un aliado puedes buscar sus restos para resucitarlo o usar su cadáver para jugar a baloncesto. Con razón es de los más deseados de Steam 10151q

Heredero de iconos como Deep Rock Galactic o Lethal Company, Mycopunk es un juego caótico y sorprendente 155436

En los últimos años, el género "megacorporación explotando cuatro 'mataos' que lo arriesgan todo" está mejor que nunca en el mundillo de los videojuegos. Hace poco tuve ocasión de probar un nuevo aspirante: se trata de Mycopunk, un lanzamiento inminente con el sello de distribución de Devolver Digital y que personalmente ubicaría en algún punto entre Lethal Company.

Es un shooter cooperativo con una dirección artística similar a la del artista francés Mœbius, y cargado de humor irreverente. En él, interpretamos a uno de cuatro mamarrachos bajo el mando de una compañía que se ha encontrado de la noche a la mañana que en una de sus lunas está pasando algo raro: la superficie está tomada por, er, unos hongos alienígenas de los que hablaremos más adelante.

Los trabajos en cuestión —en la demo, al menos— son una cadena de objetivos al estilo de liberar un cañón de riel, alinearlo para que apunte a una nave enemiga y protegerlo mientras dispara; el tipo de cosa que seguramente te suene haber hecho en Helldivers 2 e incluso Among Us.

Y si tienes éxito, obtendrás recompensas en función del nivel de dificultad que hayas elegido o las particularidades de la misión (p. ej. si es un desafío semanal) entre los que se incluyen armas que sus responsables reconocían, en una entrevista con 3DJuegos, haber creado con el arsenal de Destiny 2 en mente.

Como puedes ver, Mycopunk toma inspiración de unas cuantas producciones de la industria triple-A que inevitablemente se te vendrán a la cabeza mientras juegas; pero lo que pone de su propia cosecha es brutal. A mí me gusta mucho en particular todo lo que hace por darle un sabor "picantito" al multijugador.

Tienes fuego amigo, que más o menos era esperable para un juego de este estilo; y si disparas a tus camaradas, sus personajes te soltarán amenazas e improperios al estilo de "tú sigue, ¿a que te parto en dos?" Que igual suena a bromilla ocurrente, pero en realidad sí que te parten en dos al morir. Y la mecánica para revivir a un compañero no consiste en mantener la tecla E estando a su lado, sino en recoger del suelo la mitad de su cadáver, buscar la otra mitad y unir las dos.

Y de hecho, en el espacio que hace las veces de 'hub' principal hay una canasta que puedes usar para jugar al baloncesto con lo que encuentres por el sitio, incluyendo la mitad de un compañero muerto. Incluso tiene un contador para puntuar tus lanzamientos. No es un juego que te obligue a ser gamberrete, pero sí es uno en el que ser gamberrete es muy divertido y todo lo satisfactorio ocurre entre físicas, explosiones y cortes de manga.

El diseño de lo que diantre sean sus enemigos 6ve1

A continuación, procederé a hablarte de los enemigos en Mycopunk: no tengo ni la más menor idea de qué son los enemigos en Mycopunk. Pero al menos sí puedo describírtelos. Son redonditos, pequeños y brillantes, y a menudo tienen una coraza protectora que debes romper para dañar a la criatura en sí. Eso es válido para literalmente todos los enemigos que he encontrado en el juego hasta ahora.

Pero eso no significa que solo sean pelotitas acorazadas, porque el juego tiene la particularidad de armarlos sobre la marcha y de maneras tan variadas como impredecibles. A la mayoría les salen brazos aleatoriamente, y pueden usar esos brazos para arrastrarse por el suelo o pincharte. Si se los cortas con armas, como es lógico, no pueden usarlos para ninguna de las dos cosas. Pero algunos sí pueden regenerarlos si les das tiempo.

Otros, además de brazos, también generan torretas. O cañones. O desarrollan minas equipadas al cuerpo y se lanzan a por ti como suicidas. También tienes algunos que son básicamente una atalaya andante armada hasta los dientes, o un francotirador con cinco o seis ametralladoras que le salen del cuerpo y se protege con un escudo de energía a su alrededor. La lista sigue y sigue.

Estos oponentes son una aberración grotesca con formas poco definidas. Una amalgama de patas más o menos compleja que más que destruir, vas descuartizando como buenamente puedes o crees conveniente; partiendo las patas del que más corre o los brazos del que más armas de fuego dispara mientras corres por tu vida y tratas de no quedarte sin munición.

Diría que a Mycopunk se le da bastante bien esto porque aunque sea muy 'gimmicky', la realidad es que los enemigos saben presionarte y rara vez te dan un instante de paz para pensar o sacar el radar para ver dónde queda el siguiente objetivo. Intuyo que en los modos de dificultad más altos, habrá que ponerse las pilas para tener alguna posibilidad de ganar. Eso es bueno, porque hay muchas posibilidades de probar esto y engancharse irremediablemente.

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