En apenas una semana he vivido la experiencia completa del videojuego. De no poder jugarlo porque estaba lloviendo como si se fuese a acabar el mundo a volver a disfrutar de unos paseos nocturnos que había dejado olvidados desde el confinamiento. Pokémon GO. Se pueden decir muchas cosas sobre este nuevo título y ahora profundizaremos, pero la más importante es también la más obvia: tiene todo lo bueno y lo malo que esperarías. Si esto fuera un análisis cambiaría el sello de recomendado por la palabra "Niantic" en mayúsculas, negrita, cursiva y subrayado.
Lo mejor de Monster Hunter Now es también lo mejor de Niantic
Monster Hunter Now no es diferente a otros juegos de Niantic en el sentido de que no se puede hablar de él refiriéndonos solo a lo que pasa en la pantalla. El combo de geolocalización y realidad aumentada nos obliga a jugar fuera de casa y ,como dice la tradicional frase de la compañía que hace mitad de aviso y mitad de descargo de responsabilidad, "estar pendientes de nuestro alrededores". Cada persona le da un significado diferente a su experiencia de juego y eso lo hace todo más difícil, aunque también bonito. Para mi Pokemon GO nunca fue interesante desde el punto de vista de subir niveles o dominar gimnasios. Era solo una motivación para salir de casa un día que no tenía muchas ganas de hacer nada.
No puedo separar Monster Hunter Now de esa experiencia, pero creo que eso es lo más positivo. El juego no es solo la adaptación de una franquicia legendaria al estilo de Niantic. En mi caso también significa salir de casa sin saber muy bien lo que me voy a encontrar, pararme a ver zonas de la ciudad a las que no prestaba atención desde hace años y pedir cena para llevar en un restaurante asiático al darme cuenta de que son casi las doce de la noche y he ido mucho más lejos de mi calle de lo que pensaba al salir del portal. Lo vivo más como una experiencia que como un juego, intercalando algún podcast o vídeo de youtube por el camino.

Echaba muchísimo de menos un juego así y ni siquiera lo sabía. Monster Hunter Now me funciona a la perfección, porque tiene un bucle jugable que se adapta a esa experiencia que yo estaba buscando. Vamos dando un paseo, recolectamos materiales, nos encontramos monstruos, los derrotamos, conseguimos piezas para mejorar nuestro equipo y así hasta el infinito. Nada es demasiado complejo y nada es demasiado simple. Es un equilibrio muy bien medido que se rompe de vez en cuando si queremos luchar contra los monstruos más imponentes. Aquí sí necesitamos pararnos, apoyarnos en una marquesina y tratar de derrotarlo en un máximo de 75 segundos.
Incluso en las peleas, las cosas están bastante bien llevadas. La dificultad para acabar con monstruos pequeños es inexistente, exigiendo solo unos cinco golpes consecutivos en la pantalla. Los grandes, por su parte, tampoco son un desafío. Sin embargo, nos obligarán a hacer esquivas perfectas –o ir con un armamento demasiado poderoso– para conseguir las mejores puntuaciones. Está claro que, pese a que la saga Monster Hunter puede tener momentos algo enrevesados, aquí no están presentes. Es fácil decir solo que Niantic tenía miedo a perder a los jugadores casual, aunque yo no solo veo eso. Lo que tampoco querían los desarrolladores era que saliéramos de esa zona de comodidad, de la experiencia Monster Hunter Now que hemos diseñado para nosotros mismos.

Todo sea dicho, mi forma de entender los juegos de Niantic no es necesariamente la mayoritaria. Tampoco la única que han cuidado en Niantic. Monster Hunter Now también funciona bien en sus sistemas, centrando el objetivo a largo plazo en la mejora del personaje. Sufre en lo referido a ofrecer variedad y va a necesitar de la llegada de grandes eventos para mantenerlo todo fresco. Ese es, en cualquier caso, el objetivo. Hablando con los desarrolladores, nos contaron que quieren un evento destacado cada mes y una gran actualización cada cuatro. Nuevas armas (que conseguimos progresando en la historia) y monstruos están en el menú, además de otras novedades que los responsables del título no han querido avanzar antes de tiempo.
Hay elementos que solo podremos saber cómo funcionan tras jugar a largo plazo (de ahí que no hayamos hecho un análisis). La idea de los biomas, que divide el mundo real en diferentes hábitats donde salen cierto tipo de monstruos, y el bucle centrado en la progresión, muy correcto al comienzo de la aventura pero terreno desconocido al no haber podido avanzar suficiente, tienen buena pinta. También toca hablar de la monetización. En Monster Hunter Now existe el 'pay to fast', aunque está libre de recompensas aleatorias y no tienen enfrentamientos entre jugadores, por lo que no estoy particularmente molesto con ello. De nuevo, eso sí, es uno de esos aspectos que toca ver como avanza con el tiempo.
A falta de profundizar en los detalles mencionados, Monster Hunter Now me ha gustado. Es importan conectar con lo que ofrece y entenderlo como un juego de Niantic. Las opciones que ofrece para disfrutar sin salir de casa son mínimas. Yo he dedicado unos minutos a mejorar el equipo o aceptar misiones completadas que pueden dar lugar al enfrentamiento con monstruos. Sin embargo, es un complemento. Algo que solo puedes hacer si has salido antes. No me molesta particularmente y eso es lo que quería contaros: porque para mí se ha convertido en algo importante en cuestión de apenas una semana. También pienso que si tenéis una idea similar a la mía sobre estos juegos, puede serlo para vosotros.
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