Todos tenemos una idea muy clara (y acertada) de cómo es un juego de Mario Kart. Ya hayas jugado por primera en sistemas más añejos o modernos, la saga de carreras de Nintendo tiene una fórmula característica que siempre te hace sentir en casa. Pero ojo, esto no significa que se estanque, ni mucho menos. La Gran N sabe cómo innovar y dotar de novedades a todas y cada una de las entregas de la franquicia para que tengan un sabor único. Con la llegada de la Switch 2, Mario Kart World tiene el objetivo de distinguirse de MK8 y demostrar, a su vez, el salto generacional de la consola. Ya lo he podido probar durante unas 5 horas, y tengo claro que el estudio nipón lo ha vuelto a hacer.
Una vuelta de tuerca con sabor a nueva generación
Todos sabemos qué es lo que ofrece, en términos muy generales, Mario Kart: carreras desenfadadas pero intensas con montones de power-ups, niveles vistosos y una tonelada de diversión. Antes que nada, déjame decirte que en World no falta nada de eso, todo lo contrario. Mario Kart World no tarda en sacar pecho de frenetismo, novedades y unas pistas muy bien conseguidas, con momentos que demuestran el poderío de la nueva consola que pronto tendremos en nuestras manos. Vamos, poco a poco, a desgranar qué hace especial a esta entrega.
Pasar de 8 corredores a 24 es una locura
Lo que va a ser más obvio nada más empieces tu primera carrera va a ser el número de contendientes. Pasar de 8 corredores a 24 es, a falta de una palabra más fina, una locura. No solo hablamos de un espectáculo visual sin caídas de FPS, sino que las implicaciones a nivel de jugabilidad son colosales. Mario Kart nunca fue un juego tranquilo, pero con 24 jugadores en pantalla, cada objeto utilizado tiene el potencial de hacer enormes reacciones en cadena. No es inusual perder más de 10 posiciones por un suceso desafortunado, pero tampoco es raro ganarlas en un abrir y cerrar de ojos. Súmale a esto los objetos nuevos, como el caparazón dorado, que deja monedas por la pista y hace que los converjan en un mismo punto de la misma, y lo que queda es una receta de diversión impredecible, pero muy bien medida.
Es, me atrevería a decir, el Mario Kart que más momentazos ha dado hasta la fecha en un abrir y cerrar de ojos.
Evidentemente, para que 24 personas coexistan sobre una pista sin que esto sea un desastre, hacen falta circuitos a la altura. Con el sabor simpático y variado de siempre, los circuitos que pude probar se sintieron construidos al milímetro para las necesidades del título. Ni demasiado angostos, ni demasiado amplios, están construidos para aprovechar y potenciar esa sensación de caos tan divertida, sin hacer que esta sea frustrante. Además, de tanto en tanto te vas a encontrar con vistas o pequeños fragmentos que te van a hacer alucinar con el salto gráfico de esta nueva consola.

El mundo abierto, la estrella del show
Hasta ahora, me he estado centrando en la base de Mario Kart World, las carreras, y aunque todavía queda hablar de modos, estos no se entienden sin tener en cuenta la mayor novedad del título. El mundo de Mario Kart World conecta las pistas del título, y puedes conducir por él durante el modo libre. En este, tienes ante ti un mundo abierto lleno de secretos que encontrar y que además da presencia física a los circuitos. Si, una vez iniciado, vas a los lugares que albergan las pistas del juego, te las vas a encontrar allí, y vas a tener la opción de practicar los segmentos o técnicas que quieras ensayar y buscar secretos. Aun así, la verdadera chicha está fuera de estos lugares.
Los interruptores P que hallarás te van a dar pequeñas pruebas a completar. Desde ir desde punto A hasta punto B pasando por checkpoints —algo típico en este tipo de juegos—, hasta actividades más variadas, como conducir una especie de barco gigante o completar pequeños retos de plataformeo, los objetos apuntan a ser variados. Si lo que estás buscando es un descanso de la adrenalina de las carreras del juego, aquí tienes una actividad a la que acudir.

Por otro lado, en el modo libre también podemos hallar las Medallas de Peach, y un coleccionable que estará escondido por todo el mapa y para el que habrá que ser ingenioso, pues suele encontrarse en zonas accesibles de maneras menos típicas que simplemente conduciendo. De hecho, aprovechando que el modo libre puede jugarse en modo multijugador, es una actividad curiosa que hacer con amigos y que te va a dar unas cuantas horas de diversión. Está claro que el mundo abierto de Mario Kart World está lleno de secretos.
Varios modos de juego con variedad
Dejando el mundo abierto de lado, si lo que quieres es retar a tus amigos, vas a tener varios modos para hacerlo. El menos novedoso de ellos es el Grand Prix, que te llevará a recorrer una sucesión de 4 circuitos para ver si eres el mejor conductor de Mario Kart. Lo esperable dentro de este título, aunque he de decir que la selección de pistas que he probado me ha gustado, y mucho. Es en el modo Supervivencia donde las cosas se ponen interesantes.

Este nuevo modo te va a llevar a una sucesión de pistas interconectadas —es decir, correrás una vuelta por varios circuitos diferentes por los que luego transicionarás sin pantallas de carga— con un objetivo: estar en la posición por encima del corte que se haya decidido para ese segmento. O sea, si para la vuelta en la que estás, todo el mundo por debajo de la posición 16 queda eliminado, vas a tener que estar por encima para seguir. A medida que la carrera siga, evidentemente habrá menos participantes y este grupo selecto de jugadores que pueden continuar se hará más pequeño. Empezamos con 24, pero a la vuelta final solo pueden llegar 4, y de ahí, el primero que pase por la línea de meta será el vencedor.
El modo Supervivencia eleva la tensión
Si antes hablaba de caos divertido en carreras normales, el modo Supervivencia eleva esa tensión exponencialmente. En un abrir y cerrar de ojos puedes quedarte fuera de la carrera, sí, pero también existe la posibilidad opuesta: estás a nada de ser descalificado, te toca el objeto clave para ese momento, y acabas entrando por los pelos. Quitando el mundo abierto, este modo tiene el potencial de ser una de las novedades más potentes del título que, además, presenta de maravilla la interconexión entre pistas.
Por otro lado, no hay que hacer de menos a Carrera VS., porque esconde una de las mejores sorpresas del juego. En este modo, puedes elegir 4 pistas conectadas entre sí para hacer el recorrido entre ellas y sus rutas, y esto expande la cantidad tangibles de escenarios con la que cuenta el juego, porque ya no solo debes tener en cuenta los circuitos como tal, sino sus conexiones y, por si eso fuera poco, estas en ambos sentidos. Es decir, puedes ir, pero también hacer el recorrido contrario.

Por último, también están los modos batalla, en los que puedes intentar acabar con tus contrincantes destruyendo los globos que llevan atados a sus karts, o retarlos a ver quién recoge más monedas y acaba con la cantidad de dinero más impresionante cuando termine la cuenta atrás. Son, quizás, las modalidades menos ambiciosas del juego, pero eso no significa que no sean divertidísimas.
Más presencia gracias a la cámara
Cabe destacar que pude probar cómo funciona la cámara de Nintendo en multijugador local, y esta es un añadido con gracia, aunque se notará más su impacto en el modo online. Si juegas en una misma consola, cuando conectes los joycons de tus rivales (hasta 4 jugadores), vas a poder seleccionar sus caras y verlas sobre su personaje cuando estés cerca de ellos en una pista. Esto da más presencia a los jugadores, y siempre es gracioso ver la frustración y el enfado de quien tienes al lado cuando lo atizas con una concha azul sin tener que quitar la vista de la pantalla. Por otro lado, cabe destacar que el juego a pantalla dividida con 4 participantes rebaja los FPS de 60 a 30, pero mantiene el tipo con fuerza sin ni una sola caída. Ya sabes, mejor 30 constantes que 60 fluctuantes.

Personajes, vehículos y personalización
Está claro que no puede existir Mario Kart sin un plantel de corredores y bólidos potente, y World también hace los deberes aquí. No solo vas a encontrarte con un muy buen elenco de corredores, sino que la mayoría de estos —todos menos los animales— también pueden desbloquear skins a medida que juegues y recojas paquetes de comida, objetos en las pistas que también te van a dar un empuje de velocidad. Estas, además, luego serán seleccionables desde el menú de elección de personaje, con lo que una vez te toquen, ya las tendrás para siempre.
Por otro lado, a medida que ganes carreras irás ampliando el repertorio de protagonistas a elegir, pero también es importante que te hagas con monedas en tus partidas, pues estas te otorgarán más vehículos a elegir. No hay un sistema enrevesado para desbloquear todo este contenido, sino que, simplemente jugando, acabarás por hacerte con todo de manera orgánica.

En definitiva, tras estar horas con Mario Kart World, tengo claro que es más que un título potente de lanzamiento. Es un juego de carreras con muchísimo contenido y que tiene el potencial de ser el juego de Switch 2 al que volvamos una y otra vez durante los próximos años. Soy consciente de que solo he arañado la superficie de lo que ofrece, y tengo ganas de sumergirme en él el próximo 5 de junio.
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