La creación de un club de esports era el gran sueño de cubrir hasta 3 millones de euros en pérdidas durante el último año.
Ibai podría dejar KOI antes de que acabe el año
El periodista de deportes electrónicos Antonio Guillermo Yuste Armero, cuyas informaciones han demostrado una extraordinaria fiabilidad en el pasado, ha arrojado claridad sobre la situación a través del programa de Esportmaniacos: "Hay una guerra interna. El resumen es que o Ibai consigue tomar el control de KOI o su intención en la medida de lo posible es salir de allí. Tengo entendido que una de estos encuentros que van a suceder para saber cuál es el futuro del club podría tener lugar esta semana. La cosa está muy, muy, muy, muy calentita. Muy calentita entre los que quieren hacer de KOI un club deportivo de calidad y la gente que dice 'es que no hay dinero y hay que respetar a Infinite Reality'. Estas son las dos partes y están muy enfrentadas ahora mismo".
En lo referido a los motivos del problema, Yuste añadía lo siguiente. "El otro día nos pusimos a investigar y al parecer la empresas madre, que es Infinite Reality, iba a recibir una inversisón muy tocha para salir a bolsa en febrero de este año y esa inversión no llegó. Por lo tanto no llegó a bolsa y al parecer están jodidos [sic] por eso. Este problema al parecer se iba a solucionar a finales de septiembre, pero al parecer por ahora no se va a solucionar y entonces no sabemos qué es lo que pasa".

La realidad es que KOI ya no es solo "el equipo de Ibai". El creador de contenido fundó su propia organización que operaba de forma independiente, pero en octubre de 2022 se confirmó su fusión con Rogue. Llegaron a un acuerdo de unión que parecía perfecto. League of Legends. Es un torneo cerrado al que solo se puede acceder comprando la plaza, un desembolso que puede oscilar entre los 30 y los 45 millones de euros.
El problema en toda esta ecuación es Infinite Reality. Era la empresa propietaria de Rogue, todavía tiene un peso importante en la gestión económica ahora que se han fusionado con KOI y están atravesando un momento muy delicado. Esta situación les habría impedido hacer frente al pago de salarios y habría provocado que Ibai Llanos tuviera que desembolsar hasta tres millones de euros de su bolsillo. Conociendo las circunstancias, resulta más fácil entender la existencia de esa supuesta "guerra interna" en la que el creador de contenido quiere tomar el control de la organización. El 'streamer' vasco está entre la espada y la pared: no fundó un club de esports para caer en impagos ni para ver su imagen deteriorarse con una gestión precaria, pero tampoco es tan fácil poner dinero a fondo perdido cuando no te dejan gestionar el proyecto a tu manera.
El refranero español dice aquello de que "a toro pasado todos somos manolete". Ahora resulta muy fácil situarse en contra de la fusión entre KOI y Rogue que tuvo lugar a finales del último año. Sin embargo, en su momento parecía una idea fantástica que solventaba los problemas de ambas organizaciones. Tampoco hay que descontextualizar la situación, pues la industria de los esports está sufriendo una importante crisis. Varios clubs españoles han sufrido para llegar al final de la temporada y podrían echar el cierre antes de final de año. Equipos históricos de otras regiones han abandonado ya los deportes electrónicos, como fue el caso de CLG.
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