Llevamos mucho tiempo esperando por un F-Zero, pero no acaba de llegar… ¿Podría ser una buena opción hacer un remake de uno de los mejores videojuegos de la saga? Se me ha ocurrido la idea y no he podido resistirme a probar F-Zero para Gamecube. Te sorprenderá conocer lo bien que resiste el paso del tiempo.
Uno ya nunca sabe cuándo puede volver F-Zero. El ansia es tan grande que se desmintió el rumor).
Total, que lo que está claro es que a menos que se les ocurra una gran idea, parece improbable que tengamos pronto el retorno de aquella mítica saga. Consciente de ello, estos días me ha entrado la nostalgia, y he decidido jugar a superó las expectativas de la propia Nintendo, que ya es decir…
¿El mejor F-Zero de la historia?
Es fácil darse cuenta de que F-Zero GX no es un título desarrollado internamente por Nintendo, porque posee aspectos revolucionarios para la serie. De hecho, Nagoshi llegó a afirmar que no hubiera podido permitir una intromisión excesiva en su trabajo. Curiosamente, a su equipo (Amusement Vision) les dejaron bastante libertad para meter cosas como un modo historia con varios capítulos y generosas intros con gráficos generados por ordenador. Constaba de varias misiones, consistentes en acompañar al Capitán Falcon en una carrera contra un veloz rival o una secuencia de huida en un edificio derrumbándose. Decían en Sega que querían aprovechar el universo del juego para hacer algo único, y vaya si lo consiguieron…
Este era definitivamente un F-Zero ambicioso y a gran escala
Este era definitivamente un F-Zero ambicioso y a gran escala. Los circuitos poseen un diseño magnífico, con diseños en ocasiones intrincados, cargados de propulsores, obstáculos y saltos que te pueden hacen caer al vacío si no demuestras la suficiente habilidad. Hay amplias rectas para usar el turbo, complicados giros en que debes apoyarte en el uso de los gatillos, así como una retahíla de loopings en que te aprovechas de la fuerza antigravitacional de tu vehículo. Todo a más de 1.000 kilómetros por hora y un conjunto de 30 pilotos en pista que circulan a unos sorprendentes 60 frames por segundo. Una locura.
La dificultad también he podido comprobar que se las trae. Desenvolverse en el nivel más bajo puede resultar sencillo, pero a poco que subas el grado de desafío, sabrás lo que es sufrir para alcanzar los puestos más altos en la parrilla. Además, no es un juego en que sea normal quedar el primero, sino que obtener posiciones de podio ya puede ser suficiente como para sumar puntos y alzarte con cada uno de los campeonatos. Es un juego difícil, y trae como recompensa un modo "maestro" para los más atrevidos. Eso me gusta, porque es un enfoque que favorece la rejugabilidad y partidas apoteósicas (solo tienes que ver algunos vídeos en Youtube).
Definitivamente, la mano de Sega se nota muchísimo en esta producción. Su ritmo es desbordante y su sensación de velocidad me recuerda a algunas de sus mejores producciones, como podría ser Daytona USA (en que estuvo involucrado precisamente Nagoshi). Luego tiene cosas que a Nintendo le cuesta incorporar en sus juegos de forma habitual, como la posibilidad de comprar partes y dar lugar a tu propio bólido, incluso poniéndole emblemas personalizados. Es un juego realmente completo para ser un título de carreras, otra de las razones de que haya pasado a la historia.
La mano de Sega se nota muchísimo en esta producción
Técnicamente era una maravilla y aún a día de hoy puedes darte cuenta de lo bien diseñado que está. La fluidez es exquisita y el diseño de los circuitos es sublime, dotados todos de una gran variedad paisajística y cantidad de detalles. Se podía disfrutar a pantalla dividida para hasta cuatro participantes. Recordad que Gamecube, al igual que Nintendo 64, hacía mucho hincapié en el juego en compañía, y por eso integraban hasta cuatro conectores para mandos en la misma consola.
Te animo a que lo pruebes si tienes ocasión de hacerlo. A pesar de que apareciera hace ya casi 20 años, sigue disfrutándose como el primer día. Es un juegazo. Ese es uno de los motivos que me han llevado a escribir este artículo y pensar que, en ausencia de nuevas ideas para la saga, una solución potente sería hacer un remaster o remake de este clasicazo para Nintendo Switch. Para mí, sería como un sueño hecho realidad. ¿Y para ti?