En 2019, el despido de varios del estudio de desarrollo, ZA/UM, cuyos nuevos propietarios y accionistas mayoritarios fueron rápidamente acusados de traicionar la cultura del estudio.
Si bien ya se vislumbraban demandas en el horizonte, el director del juego, Robert Kurvitz, y el director de arte, Aleksander Rostov, han publicado esta semana una carta a los fans a través de Medium en la que explican su salida de ZA/UM y en la que afirman que el nuevo accionista mayoritario, la firma estonia Tütreke OÜ, habría obtenido la empresa a través de un proceso fraudulento.
Apuntan directamente a Ilmar Kompus, actual CEO de ZA/UM, y Tonis Haavel, otro empresario estonio, de haberse quedado con dinero de la compra de ZA/UM y haberles despedido cuando empezaron a preguntar sobre el asunto. Con el apoyo del accionista minoritario Kaur Kender, habrían aprovechado su poder para arrinconarlos en la empresa y deshacerse de ellos.
"Hemos sabido que Tütreke OÜ debe haber obtenido el control de ZA/UM mediante fraude. Creemos que el dinero utilizado por Tütreke OÜ para comprar la participación mayoritaria se consiguió ilegalmente del propio Zaum Studio OÜ (ZA/UM), un dinero que pertenecía al estudio y a todos sus accionistas pero fue utilizado para el beneficio de uno solo. El dinero que debería haber servido para hacer la secuela", explican Kurvitz y Rostov en la carta abierta.

Acusan a los dueños de hacerse con el control de manera fraudulenta
"La compañía que construímos ha sido saqueada, y nuestras propias ganancias son insuficientes para cubrir las cuotas legales. Creemos que estas acciones, en nuestra perspectiva y la de los abogados, podrían consistir en un delito que correspondería hasta a tres años de cárcel", sentencian, asegurando que emprenderán acciones legales y se encuentran estudiando la posibilidad de imponer cargos tanto en Estonia como en Reino Unido.
La respuesta de los dueños actuales
La respuesta de los propietarios actuales de ZA/UM no se ha hecho esperar, y ha sido el propio Ilmar Kompus, director de la compañía, el que ha emitido unas declaraciones al periódico Ekspress. Tal y como recoge Games Industry, Kompus acusa de mala gestión a Kurvitz y Sanadar Taal, antiguo accionista. Apunta a que tenían una mala conducta y creaban "un ambiente tóxico en la empresa” que perjudicaba a mujeres y más empleados.
Asimismo, asegura que Kurvitz habría intentado "robar la IP" de Disco Elysium y vendérsela a otras empresas sin el conocimiento ni consentimiento de ZA/UM. De momento la cosa se ha quedado ahí, aunque seguiremos al tanto de las novedades que puedan ocurrir en este proceso que está empañando la imagen de un videojuego que, todavía a día de hoy, es considerado como uno de los más destacados de los últimos años.
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