Destiny han sufrido un recorte del 8% en su plantilla, y su propio CEO apunta al bajo rendimiento de Destiny 2, que ha experimentado una caída del 45% en sus ingresos en comparación con el año pasado. Esto ha provocado un aparente retraso en el lanzamiento de The Final Shape y una oleada de jugadores descontentos que exigen el reembolso del DLC.
Aunque Bungie aún no ha confirmado nada, los informes indican que el capítulo final se pospondría hasta junio de 2024, apenas 4 meses después de la fecha de lanzamiento prevista. A pesar de esto, y sin saber si es cierto o no, los jugadores ya han arremetido contra la compañía estadounidense exigiendo el reembolso completo del precio del DLC, algunos afirmando que no pueden darle dinero "a una empresa que trata tan mal a la gente".
Según el subreddit oficial del juego, los jugadores han compartido experiencias de reembolsos aceptados por parte de Bungie, algunos de los cuales habían pagado hasta 100 euros, de los cuales 50 euros correspondían al propio DLC y el resto al pase de temporada anual. "Quería darles una oportunidad, pero no. Tal vez lo compre cuando esté rebajado", añade otro jugador.
Destiny 2 asediado por una ola de reseñas negativas
Si atendemos a PushSquare, los despidos han sido la gota que ha colmado el vaso. El interés en Destiny 2 parece encontrarse en su punto más bajo histórico con un pico mínimo de 51.200 jugadores el pasado octubre, al menos en Steam, y una ola de reseñas negativas desde el anuncio del recorte de personal en la misma plataforma.
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