La primera entrega de Fallout es uno de los títulos que más pronto se me viene a la cabeza cuando pienso en videojuegos que han sufrido el paso del tiempo. La valoro por su historia y por lo que supuso jugar de adulto a algo que se estrenó cuando todavía no había empezado preescolar, pero al mismo tiempo creo que es el claro ejemplo de que el debate sobre qué significa "envejecer mal" va más allá de los gráficos o la trama. La gestión de menús, la interfaz y sus controles me pasaron por encima las primeras veces que lo probé. Fue entonces y gracias a la recomendación de un amigo que descubrí que había una alternativa en forma de lo que él describió como un "Fallout de la Unión Soviética".
La alternativa perfecta a los primeros juegos de Fallout
Bajo el nombre Bethesda. Por el apartado negativo, también hay que decir que la historia se cuenta a través de 'mucho texto' y que el resultado final es menos entrañable.
En lo referido a jugabilidad, Atom RPG es prácticamente idéntico a los Fallout clásicos. Estamos ante un juego de combate por turnos basado en un sistema de puntos de acción que limita nuestra capacidad para movernos o golpear a los enemigos. Las diferencias con los RPG clásicos son más de calidad de vida que de concepto. Aquí, por ejemplo, el terreno se divide de forma evidente en casillas que ofrecen una imagen mucho más clara de cómo podemos actuar en cada turno. También resulta más sencillo intercambiar entre armas en medio de una pelea o utiliza un sistema que, en la práctica, es equivalente al VATS.

Lo que me gusta de Atom RPG es que sigue a rajatabla las ideas del Fallout original (y de otros cRPG clásicos). Sin embargo, las pasa por el taller para añadirles mejoras de calidad de vida que se estandarizaron en los veinte años de distancia que hay entre aquel primer juego de la saga postapocalíptica y este. Por si os lo preguntáis, también se mantiene aquí el claro enfoque en el rol sobre la acción. Hay infinidad de conversaciones, nuestras decisiones importan y las misiones pueden superarse de varias formas diferentes. No en vano, además de en los primeros Fallout (que también tenían estas opciones) el juego también se inspira en los clásicos de la saga Baldur's Gate.
Quizá, eso sí, el juego tenga el problema de quedarse a medio camino. Pese a que su diseño es mucho más moderno, no deja de ser fácil perderse a la hora de completar misiones y va bien jugar con un bloc de notas cerca. En este sentido y aunque a mi no me molesta, los añadidos pueden no ser suficientes para jugadores acostumbrados a títulos más actuales y poco relevantes para quienes llevan toda la vida jugando disfrutando de este tipo de juegos. A fin de cuentas, incluso esa opinión de que los primeros Fallout han envejecido mal no deja de ser algo tremendamente subjetivo que pondrá a la defensiva a los amantes de la saga.

La lista de juegos que han sido nombrados como sucesores de los Fallout originales es casi infinita: Wasteland 2 o Colony Ship son algunos de los mejores ejemplos. Sin embargo, este de Atom RPG es el que ha querido seguir más de cerca la estela de la saga. Viene sobrado de contenido con una duración de unas 30 horas en la primera partida que pueden multiplicarse por dos si nos gusta completar tareas secundarias. El juego ha sido también valorado de forma muy positiva en Steam, donde cuenta con un 86% de reseñas positivas tras más de 8.700 críticas.
Incluso si os ha llamado la atención, podéis simplemente añadir el juego a vuestra lista de deseados y esperar. Atom RPG está de oferta de forma bastante habitual en todas las plataformas y resulta muy sencillo de recomendar a ese precio rebajado. Ahora puede conseguirse en Steam por menos de cinco euros mientras que en consolas cuesta 26,99. La adaptación a consolas parece cómoda (y digo parece porque yo juego en PC) pero quizá a ese precio consideréis que hacerse con él es demasiado arriesgado. Aun así, si os ha picado la curiosidad ni que sea un poquito, os recomiendo tenerlo siempre en el radar.
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