Rubén Márquez
Editor - TriviaAcostumbrados a las varitas, creo que podemos afirmar sin miedo que el momentazo de Harry Potter en el que se hace con la espada de Gryffindor en la Cámara de los Secretos nos sorprendió a todos. Lamentablemente, para las autoridades de Japón también ha sido toda una sorpresa descubrir que Warner Bros estaba vendiendo réplicas de la misma.
Con motivo de una exposición de Harry Potter en Tokio, la productora detrás de la franquicia puso a disposición de sus clientes una réplica de la espada de Gryffindor de 86 centímetros que, aunque estaba destinada a colocarse sobre una montura de madera de forma ornamental, ha encendido las alarmas de la policía.
La réplica de Harry Potter que busca la policía de Japón a29a
Con una tendencia que empezó en el período Edo, cuando samuráis y soldados eran los únicos a los que se les permitía la posesión de armas mediante estrictas restricciones, lo que era una ley conocida entre los japoneses subió un peldaño más tras la ocupación estadounidense finalizada en 1952.
Aquella apertura a Occidente había echado por tierra la tradición, por lo que en 1958 se hizo oficial la Ley de Control de Armas de Fuego y Espadas en Japón para aumentar la restricción respecto a las armas a las que podía acceder la población general. La espada de Harry Potter no cumple esa ley.
Tras analizar la policía una de ellas, descubrieron que la espada era lo suficientemente afilada como para ir en contra de las normas, por lo que la posesión de la misma entraba en conflicto con la licencia especial que requieren este tipo de armas por mucho que se vendan como una mera réplica decorativa.
El problema es que, según apuntan desde Warner Bros, pese a que la policía japonesa les informó del problema el pasado noviembre, llevan vendiendo la réplica desde mayo de 2023. Se calcula que más de 350 espadas se han vendido hasta la fecha. A 30.000 yenes por espada, alrededor de unos 190 euros al cambio, ahora la compañía de Harry Potter se ve obligada a recuperar las espadas vendidas y devolver el dinero a sus compradores.
La Ley de Control de Espadas japonesa 1x5u6o
La legislación japonesa es especialmente dura respecto a esta medida porque, a grandes rasgos, es parte de lo que hace que Japón sea un país tan seguro. Con la seguridad pública por bandera, la ley les ha permitido hasta ahora tener un bajo índice de criminalidad en el que, incluso con la sombra de la Yakuza sobrevolando sus cabezas, apenas contabilizan un par de incidentes con armas de fuego al año.
La ley de armas nipona no sólo persigue armas de caza o enfocadas al deporte, también regula el uso de arcos, sprays de pimienta, y hasta la posesión de cuchillos con hojas superiores a los 15 centímetros. Precisamente su extensión, sumado a lo afilado de su filo, es lo que salpica directamente a la espada de Harry Potter.
Pero supongamos que en Japón hay alguien tan fan de Harry Potter que no quiere deshacerse de ella. Que no tiene intención de usarla más allá de colgarla en la pared, pero no quiere que se la requise la policía. Para poder cumplir su deseo, tal y como ocurre con quienes quieren tener una katana con propósitos culturales o históricos, debe poseer una licencia especial.
Para conseguirla debe pasar un examen teórico sobre la ley de armas y la seguridad relacionada, un examen práctico en el que demostrar que sabe usarla siguiendo esas mismas pautas de seguridad, una evaluación psicológica para descartar problemas mentales, y superar una investigación de antecedentes que termina salpicando a familiares y vecinos. Además, deberá superar todo lo anterior cada tres años para poder renovar la licencia. Nadie dijo que ser fan de Harry Potter en Japón fuera fácil.
Imagen | Mcraymond en Midjourney
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