El cierre de Telltale Games ha caído como una bomba en la industria del videojuego. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Cómo es posible que desaparezcan del mapa los autores de las aventuras de The Walking Dead? En este especial repasamos el pasado del estudio y analizamos las causas de su caída en desgracia.
Casi sin tiempo para digerir la noticia soltaron la bomba. director de God of War a criticar a Telltale. Se veía venir por mucho que aún a día de hoy parezca increíble que una empresa tan grande como esta, que cuenta en su haber con videojuegos basados en franquicias de éxito, haya caído como si nada; haya desaparecido con una celeridad asombrosa.
Se veía venir… en parte, porque por muchos indicios que hubiera, por muchas malas noticias que hayan acompañado al estudio durante estos últimos años, resulta difícil imaginar un escenario sin nuevas aventuras interactivas al estilo Telltale. "Hemos crecido de forma sorprendente desde el nacimiento de Telltale, y ahora el estudio es más grande de lo que jamás soñé que pudiera ser", dijo en su día uno de los altos cargos del estudio en el momento justo de ceder su puesto a Dan Connor, uno de los fundadores de Telltale Games. "Hay muchos posibles futuros para el estudio, y todos ellos son emocionantes y un desafío único", añadió. La triste realidad es que la forma de trabajar del estudio y su absoluta falta de innovación han terminado guiándolo al peor desenlace posible. En 3DJuegos repasamos el auge y caída de Telltale Games, un gigante con pies de barro.
Recuperando el legado de LucasArts -Orígenes-
La gran mayoría conoce a Telltale Games por sus aventuras de The Walking Dead pero este equipo fundado en 2004 por antiguos veteranos de LucasArts se ganó el cariño de los aficionados al género con el resurgir de dos licencias tan queridas como Sam & Max y Monkey Island, que regresaron al mundo de los videojuegos con títulos de gran calidad como Sam & Max Save the World y Tales of Monkey Island. ¿Lo más llamativo? Fieles al gran sentido del humor de las entregas originales, estos fueron algunos de los primeros juegos que apostaron por el ya asentado modelo episódico, que en aquel entonces no dejaba de ser una apuesta arriesgada por parte de Telltale Games. Salieron airosos logrando que otros estudios de renombre siguieran su ejemplo.
"Estos chicos son la razón de que yo quisiera trabajar en aventuras de narración episódica. Life is Strange no existiría sin ellos", comentaba días atrás uno de los principales responsables de Dontnod. Narrativa. Es el alma de los videojuegos desarrollados por Telltale Games, pero antes de volcarse por completo en experiencias interactivas, el estudio trabajaba en proyectos de corte más tradicional con puzles, exploración y diálogos desternillantes al estilo LucasArts. Sí, con un menor grado de desafío que en los clásicos, pero respetando las señas de identidad de las aventuras gráficas. Paulatinamente esto se fue perdiendo en favor de experiencias más cinematográficas; los rompecabezas, el inventario y tantos otros elementos propios del género desaparecían de forma progresiva en favor de juegos donde lo importante eran los diálogos y esas decisiones con consecuencias que marcarían el rumbo del estudio; que serían su gran seña de identidad.
Paso a paso, capítulo a capítulo -El formato episódico-
Aún con sus detractores, que aún los tiene, el modelo por episodios plantea interesantes ventajas a los desarrolladores. En lo narrativo, además de crear una experiencia similar a la de una serie de televisión con grandes giros de guión al final de cada capítulo, como bien demostró Remedy Entertainment con Alan Wake, da la oportunidad a los creativos de perfilar y mejorar aquellos aspectos que no convenzan del todo. Es como "una segunda oportunidad", ¡y las que vengan!, si el equipo atiende a los comentarios de los aficionados. En lo económico supone también una atractiva fuente de ingresos para continuar con el desarrollo del videojuego sin demorar su lanzamiento.
El modelo episódico resultó ser la opción perfecta gracias al constante flujo de dinero que entraba en sus arcas
El mejor ejemplo lo tenemos en algunos modestos recortes para acabar la primera mitad" de Broken Age en el plazo estimado, para seguir trabajando en el siguiente episodio sin la presión del tiempo.
Visto en perspectiva, para un estudio de reciente fundación como Telltale Games, el modelo episódico resultó ser la opción perfecta gracias al constante flujo de dinero que entraba en sus arcas pero, a la larga, también se ha convertido en una losa difícil de levantar.
Renovarse o morir -El éxito de The Walking Dead-
A pesar del éxito moderado que alcanzaron los primeros proyectos de Telltale Games, sería la primera temporada de The Walking Dead la que les lanzaría a lo más alto con unas ventas millonarias. Su potente narrativa y lo impactante de su historia hicieron de la aventura de Lee Everett y la pequeña Clementine un título imprescindible: las duras decisiones morales a las que te enfrentaba, el modo en el que tus actos definían la historia, la calidad de sus diálogos… con gran maestría sus autores perfilaron una nueva forma de entender los videojuegos, popularizando las ya asentadas aventuras narrativas. Querían crear grandes historias, y por ello se volcaron en esa tarea.
"Tenemos una habitación de guionistas. Y es como si concibieras un proyecto de forma colaborativa en una habitación con mucha gente distinta que tiene sus propias ideas", comentaba en su momento uno de los principales autores de The Walking Dead, Gary Whitta. "Me encanta trabajar en ese tipo de entorno", pues la creatividad fluía de forma constante. Cada historia nacía de manos de un robusto equipo de guionistas que nunca dejaban de crear nuevas aventuras, desafíos con los que retar y sorprender a los aficionados. El gran problema es que Telltale Games no supo adaptarse al éxito. Lejos de acortar los tiempos de desarrollo, de minimizar la espera entre uno y otro episodio, se quedaron como al principio, con una media de dos meses de espera entre capítulos.
Sin incentivos para los s, el estudio no supo potenciar y mantener en auge el modelo episódico, llevando a que cada vez más jugadores esperasen el momento oportuno para hacerse con la temporada completa… y en muchos casos, a un precio inferior gracias a las promociones y ofertas de las diversas plataformas digitales. Telltale Games tampoco aprovechó la fama para renovar sus herramientas de trabajo y ofrecer videojuegos cada vez más espectaculares. Sí, en lo argumental seguían estando a un nivel muy alto, pero jugable y técnicamente hablando se quedaron anclados en el pasado, siendo superados por otras obras como el citado Life is Strange, que también mostró valentía buscando el modo de sorprender con nuevos desafíos. Nada de eso encontrabas en las últimas producciones de Telltale; era como estar ante el mismo juego con distinta ambientación, lo que terminó también por agotar la fórmula de forma drástica.
Un éxito… que no era tal -El triste desenlace-
En los últimos días han salido varios informes que apuntan que, realmente, solo la primera temporada de The Walking Dead y Minecraft: Story Mode han sido rentables para Telltale Games, lo que resulta sorprendente si tienes en cuenta la enorme cantidad de videojuegos que el estudio ha publicado en los últimos años. La fama que obtuvieron con las aventuras basadas en la obra de Robert Kirkman les animó a seguir apostando por licencias de éxito, que era algo que ya venían haciendo desde su origen con franquicias como Jurassic Park, Regreso al Futuro o las citadas obras de LucasArts. No parece que fuera la mejor decisión de todas, pues un gráfico con datos de Steam muestra de forma clara -aunque sin datos oficiales- el auge y caída en desgracia del estudio.
De los más de 3,5 millones de jugadores que habrían comprado en Steam la primera aventura de The Walking Dead, al impactante fracaso de las aventuras de Batman, se puede ver cómo prácticamente ninguno de los títulos del estudio ha logrado unas ventas dignas de mención. La propia Telltale Games lo ha reconocido en varias ocasiones. El fantástico congelar el desarrollo de su segunda temporada. Y a pesar de ello, Telltale Games seguía anunciando más y más juegos basados en grandes licencias. ¿Consecuencia? La que todos conocemos. La situación era insostenible.
A finales de 2017, Telltale Games despedía a una cuarta parte de su plantilla con el fin de reorientar su modelo de negocio. "Las realidades del entorno a las que nos enfrentamos demandan que cambiemos y que reorientemos nuestra organización hacia el tener un equipo más pequeño y poner a la venta menos títulos pero de un nivel mejor", aseguró Pete Hawley, nuevo CEO de la compañía. Era demasiado tarde. Desarrollar videojuegos como si fuera una cadena de montaje, acumulando más y más proyectos en lugar de centrarse en crear mejores productos, ha terminado dejando a Telltale Games sin recursos para continuar. Solo hacía falta una chispa, un pequeño tropiezo, que según apuntan algunas fuentes ha sido la marcha de uno de sus principales acreedores: tres años después de confirmar que Lionsgate aportó una importante inyección de dinero a Telltale Games, la productora de cine retiraba recientemente su apoyo, dejando sin financiación a un estudio que se ha demostrado no tenía músculo para soportar una situación de estas características.
Las consecuencias de la catástrofe -¿Y ahora qué?-
El anuncio de que Telltale Games cierra sus puertas ha dejado a su seguidores con grandes dudas acerca del futuro de algunos de los proyectos más esperados del estudio. Por un lado tenemos buscando un nuevo socio para desarrollar el videojuego, pero por ahora no hay nada más en claro.
Telltale no aprovechó la fama para renovar sus herramientas de trabajo y ofrecer juegos más espectaculares y originales
Peor pinta tiene estudios que se han ofrecido a contratarles.
Alcanzaron la gloria, estandarizaron una forma de entender el género de las aventuras gráficas, pero al final de sus días, Telltale Games ha demostrado ser un gigante con una ambición mal dirigida. Los beneficios del éxito de The Walking Dead, ¡que no fueron pocos!, se destinaron a crear juegos sin ton ni son perdiendo por el camino la frescura que caracterizó a algunos de sus primeros proyectos. Tuvieron grandes aciertos y se hicieron con grandes licencias en el momento oportuno, pero en algún momento de su carrera ese gigante en el que se había convertido Telltale Games debió detenerse un segundo para ver que caminaba sobre arenas movedizas. Fue su perdición; su triste final.