La saga CoD vuelve a estar en forma. Hemos vivido años con unas entregas mejor que otras, pero en 2018 tenemos una que recupera la solidez de antaño. Battle royale, muchos zombies y un competitivo tan robusto como siempre son las claves del análisis de Call of Duty: Black Ops 4.
Era fácil ser escéptico con Black Ops 4. La entrega del año pasado no estuvo mal, Segunda Guerra Mundial que parecía que sería la solución a todos los problemas de la saga bélica de Activision. Nada más lejos de la realidad. El juego vendió estupendamente bien, como casi todos los de la franquicia, pero dejó un regusto irregular en aspectos como la campaña individual: genérica y poco aprovechada. El fracaso de los modos historia de los últimos episodios de la serie CoD puede servir para entender la polémica decisión que ha adoptado la entrega de este año: prescindir de cualquier parte narrativa, todo lo que hay aquí es puramente competitivo o cooperativo.
En primera instancia sale quejarse, eso es obvio y nos sumamos a la queja. Cualquier tipo de recorte de contenidos de un episodio a otro en una marca es algo a criticar pero, si lo miramos en detalle, quizá incluso hayamos salido ganando con el cambio. La cuesta abajo de los modos historia de los últimos años era poco menos que incuestionable. Y, a pesar de que la propia BlackOut, la nueva modalidad battle royale de Call Of Duty, más tiempo que en el modo historia de ningún juego anterior. Perdemos la parte individual, sí, pero si lo que juzgamos es la calidad, el valor y la duración de todo el contenido que trae consigo el nuevo Call of Duty la conclusión es la misma: Hemos salido ganando.
Vídeo Análisis
Call of Duty recupera por fin un estado de forma que hacía años que no veíamos
Es una afirmación aventurada, está claro, y una sentencia que será criticada por quienes odien los multijugadores. Sí, si lo tuyo son las campañas única y exclusivamente y por unos motivos u otros no quieres/puedes disfrutar del juego on-line no hay sitio para ti en Black Ops 4. Eso sí, si te gusta ser competitivo o vivir experiencias cooperativas y quieres sensaciones fuertes, intensas y emocionantes, este videojuego es una compra totalmente recomendable. Call of Duty recupera por fin un estado de forma que hacía años que no veíamos; y eso, chicos, es una gran noticia.
Un Único Vencedor – Modo Blackout
Con sólo un ganador y con un reguero de vencidos por el camino. Así acaban las partidas de cualquier World at War: Una década después presentan Blackout. Un modo que es la gran novedad, y en el que individualmente o por equipos de dos o cuatro jugadores, debemos enfrentarnos a varias decenas de otros s y acabar sobreviviendo a todos.
Este tipo de experiencias, popularizadas por titanes como Battlefield V apostando precisamente por incluir también un modo de estas características. Es lo que está de moda ahora, no en vano es un estilo de juego divertidísimo, y Activision quería capitalizar el éxito de una propuesta de estas características. La duda estaba en si lo harían correctamente o lanzando algo rápido y de cualquier manera para satisfacer esa demanda que, obviamente, hay en el mercado para estos modos. La respuesta es clara, no sólo han conseguido un producto de calidad sino que, probablemente, estemos ante el representante de este género más divertido y que mejor equilibra los tiempos de su acción.
Y es que manejar el ritmo de algo de estas características en un mapa tan grande es siempre complicado. Unos prefieren el ritmo más sesudo y táctico de PUBG, con muchos y muy largos lapsos de tiempo entre tiroteo y tiroteo, mientras que otros prefieren el colorista frenetismo de Fortnite. El Call of Duty de 2018 sitúa a Blackout en un punto medio entre uno y otro. Tiene en el arranque la posibilidad, si lo deseamos y tenemos suerte, de buscar un lugar recóndito y tratar de hacernos fuertes en equipo o en posicionamiento y acaba elevando su ritmo de una forma increíble hasta unos tercios finales de partidas que son realmente colosales. Cargados de momentos espectaculares y con un sentido de la tensión tremendamente bien gradado. La clave del buen Battle royale, sí, pero sin perder ni un ápice del aroma CoD. Un equilibrio que era más difícil de lograr de lo que parecía, y que Black Ops 4 consigue afinar de manera sobresaliente.
Una de las principales claves es la movilidad máxima de los personajes, muy rápidos y con a varios tipos de vehículos para tierra, mar o aire, pero sobre todo el diseño y las cuidadas dimensiones del mapeado. No es ni demasiado grande para que alguna partida derive en tedio, ni tampoco demasiado pequeño como para que sólo haya espacio para tiroteos. Tiene el tamaño exacto para garantizar una experiencia más táctica, o bien de rápidas y fugaces escenas de acción en base a los deseos del jugador. Funciona igual de bien ya sea para 88 jugadores en las partidas individuales o por parejas, o para los 100 s que acaban reuniéndose en las de grupos de cuatro. Ya sea jugando en solitario o formando el equipo que deseemos el juego es terriblemente divertido, algo de lo que no pueden presumir algunos títulos de estas características que jugados en solitario acaban resultando aburridos.
Lo ideal, como es lógico, es disfrutarlo acompañados. Cuantos más, mejor. De hecho, eso permite especialización, y hace falta. Es cierto que el Lobo Solitario tiene todos los elementos en cuanto a gadgets y potenciadores para pasárselo bomba jugando sin aliados, pero también lo es que hay suficientes elementos en el arsenal y en los rios como para tener cuatro roles totalmente diferenciados y perfectamente complementarios en un equipo. La gran diferencia con, por ejemplo, PUBG es que aquí tenemos muchas más posibilidades a la hora de desenvolvernos. El título es generoso con la disposición de elementos, así que es fácil en sólo tres o cuatro minutos tener una o dos armas relativamente decentes, un cierto abanico de granadas, así como al menos uno o dos rios en forma de trampas, de coches teledirigidos con cámara, bombas, detectores de movimiento o barricadas, entre muchísimas otras cosas. Muchos elementos para hacer las partidas diferentes y que, unidos a los ya mencionados potenciadores que también podemos encontrar y que nos dan ventajas concretas por tiempo limitado, generan una enorme variedad de tácticas.
Probablemente, estemos ante el representante de este género más divertido y que mejor equilibra los tiempos de su acción
Sin embargo, el mayor sentido de la diversidad lo aporta el diseño del propio mapa, compuesto de pequeñas partes con mucha identidad y que, a menudo, homenajean a entregas pasadas de la serie. El increíble rascacielos en obras aporta una jugabilidad muy táctica y repleta de escondrijos y tiroteos donde la verticalidad importa mucho, y está a sólo unos kilómetros de un impenetrable desierto que aporta las escenas de acción más viscerales. Lo mismo pasa con unas viviendas de superlujo ubicadas al norte, y con un diseño excelente para las refriegas de corto alcance, que están relativamente cerca de un bosque donde se pueden tender unas emboscadas fenomenales. Una zona marina, un polígono industrial, un puerto mercantil o incluso el mismísimo mapa Nuketown, toda una leyenda de la serie, están también presentes y ofrecen cosas muy distintas. ¿La guinda? La simpática presencia de los zombies adscritas a determinados lugares, por ejemplo un terrorífico hospital psiquiátrico o un faro en la costa, que custodian las mejores armas y equipo y que mezclan el PvE y el PvP para generar unas secuencias de acción de auténtico infarto.
¿Nuestras únicas pegas? Hay más bien poco que achacarle a una fórmula tan afinada y tan divertida, pero sí hay un par de aspectos que nos hacen dudar. Por un lado las recompensas parecen bastante exiguas, especialmente por ganar una partida, y la progresión es muy lenta; aunque eso se soluciona jugando más y más y, de momento, es un placer. Lo otro es más bien una incógnita. Todavía no está claro cómo va a afrontar Treyarch sus planes postlanzamiento para todo lo relacionado con Blackout, y si habrá más mapas o si se efectuarán actualizaciones sobre el que ya conocemos para mantenerlo vivo. En este sentido, por poner el caso Epic Games es todo un ejemplo de cómo hacer las cosas con Fortnite en cuanto a soporte, cambios, añadidos y constantes eventos temporales que ayudan a alimentar a su numerosa comunidad. Si el estudio californiano de Activision sigue los pasos de aquellos, tendremos un auténtico bombazo y un juego de larguísima vida.
Hombre contra Hombre – Multijugador Competitivo
El modo multijugador tradicional también viene con fuerza este año. Treyarch ha tomado buena nota de las cosas que gustaron y las que no lo hicieron en Black Ops 3, de tal forma que ahora no tenemos jetpack ni podemos correr por las paredes, pero sí vuelven los especialistas (unos veteranos, otros nuevos), entre otras cosas. Ese puntito extra que nos ha convencido en este aspecto es que no parece que sus responsables se hayan conformado con hacer una lista y decir "esto gusta, dentro; esto no gusta, fuera" sino que también se han estrujado el cerebro para darnos unas cuantas novedades de gran valor para la dinámica de este modo.
Una de las más llamativas es que ahora contamos con 150 puntos de vida (en lugar de 100) manteniendo el daño prácticamente igual que en anteriores entregas, así que el 'time to kill', es decir el tiempo y esfuerzo que necesitas para matar a un enemigo, es más largo que nunca. Esto parece haber generado cierta controversia entre los profesionales de eSports pero, si nos preguntas a nosotros, te diremos que tener la oportunidad de reaccionar al fuego enemigo y que todos los encuentros generen cierta tensión nos parece divertido y todo un acierto. Un punto más estratégico y menos frenético para la experiencia jugable. Más aún si tenemos en cuenta que escopetas, francotiradores y ciertas armas de especialistas siguen pudiendo acabar con nosotros de un solo impacto, como siempre.
La recuperación de salud de nuestro soldado, por otra parte, ya no se lleva a cabo de forma automática —de hecho, sólo es así en los zombies— sino que debes activarla manualmente con una habilidad. Es decir, que curarse o recargar armas es una decisión táctica que debes tomar según la situación. Mucho menos generosas son las dos habilidades propias de cada especialista: la primera es una herramienta con un enfriamiento moderado, pero suficientemente restrictivo como para hacernos conservarla hasta el momento oportuno; mientras que la otra es una definitiva con la que contaremos apenas una o dos veces por partida generalmente… ¡Y con suerte! Parece que Treyarch quiere que los especialistas influyan y desequilibren las partidas, pero que no acabe siendo un factor que destruya el cuidado equilibrio del que hace gala el juego en su competitivo.
De hecho, y como aviso de navegantes para quienes no jugaran al Black Ops anterior, la idea es que esto sigue sin ser Overwatch: aún somos prácticamente iguales que nuestros oponentes durante la partida, y usaremos personajes del mismo tamaño, velocidad, armas y posibilidades. La única diferencia es que ocasionalmente usamos habilidades y herramientas que le dan algo de diversidad a la propuesta y que proponen diferentes estilos de juego. Así que tenemos un trampero, un tanque o alguien que va muy directo a la acción cara a cara, por ejemplo. De este modo, e insistimos, no necesitas usar estas habilidades para ganar, pero tendrás más posibilidades de hacerlo si te animas a dominarlas.
Otro cambio que nos ha parecido estupendo es la incorporación del sistema 'Guns Still Up', una pequeña revisión general de la jugabilidad que compensa la falta de doble salto y carrera por las paredes con la posibilidad de seguir disparando en prácticamente cualquier situación. Correr, saltar, deslizarse, tirar una granada, activar una racha de puntos o incluso quedar inmóvil en una trampa no suponen ningún impedimento para seguir disparando, de modo que sólo "desconectas" de la acción para curarte o recargar. Es fantástico, y es otro elemento más de esos que podríamos etiquetar como de fácil comprensión pero difícil dominio que tanto enriquecen la jugabilidad de un título de estas características.
14 mapas y 8 modos componen el grueso del multijugador competitivo
La acción de esta modalidad se desarrolla a lo largo y ancho de 14 mapas en total en el juego, sin contar los que se introducirán con CS:GO con rondas, bajas permanentes y compra de armas, y de otra llamada Control que es menos rompedora pero que efectúa algunos cambios sobre el ya consabido estilo "territorial" que tan bien le ha funcionado a la franquicia.
Al igual que ocurriera con anteriores entregas de la serie Call of Duty, en el multijugador de Black Ops 4 acumulamos experiencia jugando partidas y subimos de nivel. En el proceso, iremos desbloqueando nuevas clases prefabricadas, así como armas básicas para personalizar nuestros propios conjuntos. Una vez llegamos a nivel 55, podemos reiniciar nuestro progreso en un ciclo de Prestigio para conseguir nuevas recompensas cosméticas para celebrar nuestra dedicación. En BO4 regresan las fichas de Prestigio, una característica muy popular de algunas entregas anteriores que nos permiten desbloquear permanentemente cualquier pieza que te guste para el siguiente ciclo de Prestigio.
Treyarch también se asegura de mantenernos pegados a la pantalla durante mucho tiempo introduciendo las obras maestras. Al contrario de lo que su nombre pudiera sugerir, son armas con un comportamiento idéntico al de su versión estándar, pero cuentan con diseños únicos y especiales. Sólo se desbloquean completando largas misiones de desafío, y suponen toda una insignia para mostrar tu maestría a tus amigos y rivales. Al final, la idea es darnos más razones para querer volver, y lo cierto es que en ese punto no funcionan nada mal.
Una Historia que Contar -Zombies y Especialistas
Eliminado de un plumazo del plan de Call of Duty: Black Ops IIII cualquier rastro de una campaña individual en un sentido tradicional, todo lo narrativo ha quedado vinculado a dos partes muy concretas del juego. Por un lado los zombies y, por otro, el Cuartel General de Especialistas. Una parte está francamente bien, la otra es notablemente más discreta.
Empezaremos por lo positivo que es IX, Travesía Infernal y La Sangre de los Condenados, las tres campañas zombie. Dos de ellas completamente nuevas, y la tercera que homenajea a una de las más queridas por los aficionados, uno de los capítulos de lucha contra los no muertos de Black Ops 2. Lo mejor, como siempre en estos casos, es no contar absolutamente nada de todo ello. Dejar las sorpresas para que sea el aficionado quien las descubra, y omitir todo lo relevante.
Lo que sí te puedo contar es que, en cuanto a entornos, son tremendamente diferentes entre sí. Las armas sí son muy parecidas, y los tipos de enemigos son idénticos cambiando únicamente su aspecto, así que el reto del combate es el mismo en cada una de las tres campañas. Sin embargo, y como el veterano de este modo ya sabrá, el fundamento de los zombies ha estado siempre en descubrir secretos, resolver rompecabezas y tratar de desenmarañar todos los misterios que se ocultan en cada escenario. Hay puzles más o menos sencillos, que se van enrevesando conforme avanza la aventura, y siempre está esa sensación de angustia y urgencia que otorga el tener la amenaza constante de las criaturas acechándonos en oleadas cada vez más y más numerosas.
Lo genial es que, como sucede en el resto de facetas del programa, Treyarch también ha tomado nota de las quejas de algunos aficionados en cuanto a ritmo. Hay gente que encuentra el tempo de las partidas con zombies perfecto, pero hay quienes consideran que podría ser más ágil o cambiar determinadas cosas. Para todos ellos hay un sinfín de opciones a pormenorizar en cuanto a frecuencia, tipo de desafío que presentan los zombies o posibilidades de hacerles daño de unas u otras formas que garantizan control total sobre la experiencia. Todo eso, junto al modo Estampida que complementa al clásico y que ofrece acción más rápida e intensa y a su progresión, con armas, clases y los elixires y talismanes para hacer evolucionar a nuestros personajes, garantizan que vamos a tener muchas horas de diversión con esta parte del programa.
Precisamente con intención de alargar su vida y de aportar algo de trasfondo tras las figuras de los protagonistas del competitivo llega Cuartel General de Especialistas, un lugar donde podemos encontrar todo lo que necesitamos saber de éstos. Desde sus historias, narradas en breves pero espectaculares cinemáticas para los 10, hasta tutoriales para aprender a manejar sus diferentes habilidades. Hay, además, una escaramuza contra la inteligencia artificial para cada uno de ellos, en un añadido que puede suponer unos 30-40 minutos por cabeza aproximadamente contando todo lo que ofrecen.
Como fase de aprendizaje no está mal, y huelga decir que no parece que sea la intención de conseguir mucho más. Sin embargo, sólo vale para hacerse una idea de las mecánicas, puesto que ponerlas en funcionamiento contra los bots no es precisamente lo mismo que plantando cara a humanos. La inteligencia artificial de los Call of Duty nunca ha estado mal para los mapas de la campaña con sus trayectos muy bien medidos y sus hojas de ruta y de labores bien definidas, sin embargo en los mapas clásicos de Treyarch (con su habitual diseño de los dos pasillos y la arena central) les obligas a ser versátiles, y ahí son despistados y poco o nada efectivos. Una mera distracción por si algún día tienes ganas de poner el cerebro en punto muerto, pero poco más que eso.
La Guerra de Treyarch – Gráficos y Sonido
El auténtico caballo de batalla de la saga Call of Duty en los últimos tiempos ha estado vinculado con su apartado gráfico, antaño puntero en los primeros compases de la franquicia, y ya seriamente desfasado en pleno año 2018. Es cierto que algunas partes como los propios zombies son mucho más vistosas que el resto, y es que sin hacer un alarde técnico lucen muchísimo mejor que un discreto Blackout y un estéticamente muy olvidable competitivo. Ambos con cargas poligonales y detalles de texturas muy pero que muy pobres. Al primero, eso sí, le salva una respetable distancia de dibujado. Así que, si has venido buscando avances gráficos, este no es tu lugar. Ya hace tiempo que la franquicia no destaca por eso.
Las campañas zombie son, con diferencia, la parte más vistosa de Black Ops 4
Eso sí, también hay cosas que destacar. Por un lado, que muchos cuestionaban la capacidad del motor gráfico de la IP, ya veterano pero tremendamente modificado, para mover un multijugador con hasta cien personas. Pues no sólo lo hace sino que lo consigue con finura y fluidez en PC y en Xbox One X y PS4 Pro con los ya habituales 60 frames por segundo, además incorporando la siempre extraordinaria posibilidad de contar con cooperativo local a pantalla dividida tanto para modos off-line como on-line. Eso sí, en los modelos estándar de PS4 y Xbox One sí que hemos visto algunos problemas más como, por ejemplo, el cargado tardío de texturas en determinados momentos como, por ejemplo, el arranque de las partidas de Blackout o incluso alguna oscilación en la tasa de cuadros.
La versión de exclusiva de la plataforma Battle.net de Blizzard. El resultado, a nuestro parecer, difícilmente podría ser mejor. No sólo el 'gunplay' se ha adaptado con gran éxito a esta versión, sino que también contamos con una revisión de la interfaz de y abundantes opciones de configuración que abarcan gráficos, controles, numerosas comodidades y más.
Quedan en el recuerdo aquellos años donde los s de PC batallaban por una barra para ajustar el campo de visión: por primera vez en la serie, nos sentimos como en casa modificando cada parámetro. Por ejemplo, no tenemos con un botón para poner las sombras en "bajo, medio, alto" y ya está, sino un apartado completo donde modificar "calidad de sombras, sombras dinámicas, sombras de efectos especiales, sombra de arma, calidad de iluminación global" por separado y con múltiples opciones. Y así con todo.
Insistimos: las posibilidades van mucho más allá de los gráficos, de modo que podemos configurar de uno en uno el comportamiento de cada granada y utensilio, el mapeado de teclas y apuntado, suavizado, sensibilidad, aceleración y otros parámetros del ratón, a mano o deslizando una barra. El 'port' está para exprimirlo, pero si sólo buscas un vistazo superficial, te indicamos que tiene una resolución máxima de 4K, HDR, tasa de imágenes por segundo desbloqueada (con un tope manual opcional de hasta 300 fps) y soporte para monitores con formato 16:10, 16:9 y los 'ultrawide' 21:9 y 32:9.
En cuanto al sonido. Las conclusiones son parecidas a las de otros episodios de CoD, aunque con algunas mejoras. La música pierde peso al estar ceñida casi exclusivamente a los menús y al modo zombies, aunque las partituras son buenas sin llegar a tener ningún tema icónico como en alguna entrega del pasado. Los efectos de sonido sí muestran bastante mejora, estando muy logrados para darnos las siempre necesarias pistas del entorno en el caso de Blackout. Y el juego llega traducido a nuestro idioma en voces con un nivel bastante bueno.
Era fácil cargar las tintas contra el nuevo CoD por haber sacrificado la campaña, sin embargo hemos descubierto que hay mucho y muy bueno en su interior. Sí, ya no hay modo historia, pero en apenas un par de días es fácil que Blackout te mantenga pegado a la pantalla hasta invertir mucho más tiempo que en un modo individual tradicional de la serie. Si sólo te interesan las experiencias individuales no hay espacio para ti en este videojuego, pero si eres fan de los multijugadores de acción frenéticos no vas a encontrar actualmente muchos mejores que Call of Duty: Black Ops 4.
Comprar Call of Duty: Black Ops 4- Blackout es, a nuestro juicio, el mejor battle royale del momento
- Los ligeros cambios introducidos en el multijugador mejoran mucho la fórmula
- La jugabilidad y los tiroteos son increíbles. Sin jetpacks, ni acrobacias. Sólo disparar
- Las tres campañas zombies son fantásticas, cargadas de secretos y acción
- Es un videojuego que raya a gran altura en todas las facetas jugables, muy sólido
- Sentir que la saga Call of Duty vuelve a estar en forma
- Gráficamente urge renovar la fórmula. Sólo el modo zombies mantiene el tipo
- Falta innovación. Todo está muy bien resuelto, pero no hay apenas ideas nuevas
- Lógicamente echamos en falta la historia. La solución no era eliminar sino mejorar
- Sigue siendo de los pocos shooters bélicos que mantienen los pases de temporada